El concierto portugués en Albarracín

 

         El concierto que tuvo lugar el pasado sábado en la iglesia de Santa María de Albarracín, a cargo del dúo portugués Tessitori, integrado por Isabel Pereira y João Loureiro, constituyó un rotundo éxito.

         Organizado por el Festival Terras sem sombra, en colaboración con la Fundación Santa María de Albarracín, sirvió para reforzar los lazos que unen Portugal con Aragón y, de una manera especial, para dar a conocer las bellezas de una ciudad como Albarracín en el vecino país, teniendo en cuenta que se encontraban presentes un nutrido grupo de periodistas pertenecientes a prestigiosos medios portugueses.

         El director general del Terras sem Sombra, José António Falcão, aseguró que había sido “un gran honor” estar en Albarracín y ofrecer este concierto, cuyo repertorio estaba formado por piezas de grandes compositores españoles de finales del siglo XIX y principios del XX con obras de maestros como Enrique Granados, Isaac Albéniz o Manuel de Falla. “Era un mosaico de la geografía de España pero interpretado desde la perspectiva portuguesa”, destacó el director del festival, al que le causó una grata impresión comprobar que, a pesar de las inclemencias climatológicas, la iglesia de Santa María estaba llena de un público que disfrutó con la interpretación de tan interesante repertorio.

 

         Además, el domingo por la mañana, la expedición portuguesa, acompañada por el Director de la Fundación Santa María, D. Antonio Jiménez, se desplazó hasta el nacimiento del Tajo, un paraje de gran belleza (que por cierto no conocemos), el cual constituyó otra gran sorpresa pues, al fin y al cabo, ese río que nace tan cerca de Albarracín desemboca en Lisboa, siendo uno de los principales nexos de unión entre dos naciones hermanas. De ahí que el Dr. Falcão pusiera de manifiesto ante los medios de comunicación aprovechar esta circunstancia para proseguir en esta línea de intercambios mutuos que, desde hace algún tiempo, se ha puesto en marcha.

         Es una pena que nuestro Presidente, cuya presencia había sido anunciada, no pudiera desplazarse hasta Albarracín ni que la expedición portuguesa lo hiciera a Borja, aunque es previsible que puedan llegar hasta aquí en un próximo futuro.