jueves, 30 de enero de 2025

Un famoso jardinero borjano del siglo XIX

 

El 30 de enero de 1780 era bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Borja D. Francisco Sangüesa Borau que llegó a ser Guarda General de Arboledas y Paseos de la Casa Real, durante el reinado de Carlos IV, llevando a cabo la renovación del arbolado del Real Sitio del Buen Retiro que, en esa época, ya no era como aparece en esta vista y, por otra parte, los jardines fueron en gran parte arrasados durante la Guerra de la Independencia.

 

D. Francisco, fue quien introdujo en Borja el cultivo de la patata, aunque no gozó de mucha popularidad entre sus paisanos que le llamaban “El afrancesado”. Lo era, desde luego, y durante los años de la guerra, su posición se afianzó al socaire de las autoridades de ocupación, realizando importantes negocios.

Sin embargo, cuando algunos productos básicos, como el trigo, comenzaron a escasear, los borjanos culparon a Sangüesa (que residía ya aquí) de todos sus males y colocaron pasquines contra él en las calles. Se formaron patrullas para evitar que salieran de la ciudad carros cargados con cereal y los tumultos fueron creciendo, sin que lograra identificar a los promotores, ni demostrar las acusaciones contra este personaje.

Tuvo un hijo, de nombre Mariano, que en 1840 se matriculó en la Escuela Nacional de Taquigrafía de Madrid. En la relación de inscritos, aparece como nacido en Borja y, en esos momentos, tenía 24 años. Se da la circunstancia de que fue uno de los nueve aprobados.

 


         Fue quien, en 1847, tradujo el Tratado del cultivo de la morera, al final del cual su padre D. Francisco aportó una serie de notas, que finalizan con el párrafo que insertamos, en el que se queja de su salud y de su edad. Tenía entonces 67 años.

 

         Del hijo hemos encontrado esta otra obra, Esposición y proyecto sobre planteros, en la que confiesa su admiración por su padre, al que pretende continuar en su defensa del arbolado.

         Lo más importante es que, en la introducción, glosa su figura y nos aporta datos sumamente interesantes para conocer su biografía. En primer lugar, afirma que murió con 72 años, luego su fallecimiento debió acaecer en 1852. Dice de su progenitor que “poseyó grandes virtudes: fue poderoso y, con generosidad regia, derramó en los infelices los cien mil duros de su patrimonio; humanitario, y con solicitud evangélica propagó para bien del hombre el cultivo de la patata; verdadero liberal, y con peligro de la propia logró conservar la existencia de sus semejantes”.

         Su papel en la difusión del consumo de la patata ya lo conocíamos y, respecto a su ideología liberal, era evidente, como tampoco debe extrañarnos que su hijo se alistara en las filas de la Milicia Nacional.

 

         Pero entre sus méritos, destaca la plantación del arbolado del canal Imperial de Aragón; el del paseo de la Castellana y otros “mil paseos de Madrid”. En otra referencia, se indica lo mucho que debe la capital de España al esfuerzo de este borjano.

 

         Fue también el creador de los jardines de San Fernando de Henares, de numerosas plantaciones de olivos “que no verá repetir la generación actual” y del “caudaloso pantano en la provincia de Jaén”.

         Enumera además los cargos que desempeñó: Director facultativo de los arbolados de Madrid; Visitador General de los del duque de Osuna, y, hasta su fallecimiento, Inspector de la Real Casa.

         Nos ha llamado la atención que D. Francisco Sangüesa aparezca, en 1849, como vocal de la Junta General de Agricultura de Madrid, aunque especificando que tiene su residencia en Logroño.

         En cualquier caso, ha merecido la pena destacar la labor de estos dos relevantes borjanos de los que, al menos el padre, “hizo algo por Borja”, darnos patatas para comer, algo imprescindible para nuestros tradicionales “ranchos”.


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