Visita a la iglesia de la Merced de Tarazona

 

         El Presidente del Centro de Estudios Borjanos, acompañado por el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández, visitó ayer la iglesia de la Merced de Tarazona, que no conocía. Allí fueron recibidos por el párroco y canónigo de la S. I. Catedral D. Antonio Latorre Mainar, con el que recorrieron detenidamente el templo.

         El objeto de la visita era el de conocer el rico patrimonio de esta iglesia y, en concreto, algunos de sus retablos, quedando gratamente sorprendidos de la importancia del mismo.

 

         Pero, lo más significativo está constituido por los numerosos testimonios relacionados con la Orden de la Merced, a la que perteneció la iglesia y el convento anexo.

         Los mercedarios llegaron a Tarazona en 1300, pero el templo actual fue construido en 1629, por Jerónimo Baquero, un maestro de obras que era vecino de Vera de Moncayo.

         Los funestos decretos de Desamortización de los gobiernos liberales del siglo XIX, acabaron con la presencia mercedaria, así como con la de otras ordenes religiosas en la ciudad del Quéiles. Afortunadamente, su patrimonio artístico no se perdió, como sucedió en otros muchos lugares.

         Aquellos hechos deben alertarnos sobre el oscuro futuro que se cierne sobre muchos conventos femeninos, en trance de desaparecer, y en el de no pocos templos condenados a ser cerrados ante la ausencia de sacerdotes.

 

         Durante el recorrido por la iglesia nos sorprendió encontrar en el presbiterio una urna con los restos del Papa San Eusebio, del que apenas se conocen datos, dado que estuvo el frente de la diócesis de Roma durante un corto período de cuatro meses, hacía el año 309, muriendo exiliado en Sicilia, por lo que es considerado mártir.

 

         Aunque quedan muchas cosas por restaurar, en los últimos años ha sido objeto de atención el llamado Cristo del Rebato, cuya imagen insertamos más arriba, o el órgano que suena muy bien, como pudimos constatar durante el breve concierto que nos ofreció el Dr. Aguilera Hernández.

         Interesante visita, tanto por lo que ha supuesto para nosotros, como por la repercusión ulterior que ha de tener en algunos trabajos en curso.