El pasado martes falleció en Madrid, localidad en la que había nacido en 1940, D. José María Ballester Fernández, un destacado defensor del Patrimonio Cultural, con el que tantas cosas compartimos en la Junta Directiva de Hispania Nostra.
Había iniciado su carrera
profesional como periodista, primero en el diario Madrid y,
posteriormente, en ABC y la revista Blanco y Negro. Por entonces,
ya mostraba su interés por el Patrimonio, a través de una sección
especializada, pero fue tras su incorporación al Consejo de Europa, a través de
una oposición, cuando su labor en ese ámbito alcanzó una mayor proyección.
Entre 1979 y 2003 fue Director de
Cultura, Patrimonio Cultural y Natural del Consejo de Europa, desde donde logró
que el Camino de Santiago, fuera reconocido como Itinerario Cultural Europeo.
Con anterioridad, había impulsado la creación de Hispania Nostra, entidad a la
que estuvo vinculado toda la vida.
A comienzos del nuevo siglo,
regresó a España, colaborando activamente con la Fundación Botín, como director
de algunos programas regionales; y permaneció involucrado en proyectos e
instituciones como la Fundación Arte, Cultura y Patrimonio, de la que fue
miembro del Consejo Consultivo.
Con él vivimos momentos especialmente emocionantes y, en este
sentido, recordamos una de las reuniones de Hispania Nostra en Granada, donde
en compañía de Leandro José Galindo, iniciamos el ascenso desde el centro de la
ciudad hasta la Alhambra. Fueron cerca de tres horas las invertidas en ese
trayecto no demasiado largo, ya que nos fue relatando sus experiencias en la
guerra de Yugoslavia, donde estuvo interesándose por la protección del
Patrimonio Cultural.
El relato,
propio de una novela de aventuras, lo compartía con nuestro Presidente, al que,
ante la sorpresa de Leandro, hacía partícipe de las mismas, dando la impresión
de que habían coincidido allí.
Especial
participación tuvo en los Premios Europa Nostra y estuvo presente, en el
descubrimiento de la placa acreditativa del concedido a la restauración de la
catedral de Tarazona.
La última vez
que coincidimos con él fue, el pasado mes de enero, en La Granja de San
Ildefonso, con ocasión de la entrega de premios, presidida por la S. M. la
Reina doña Sofía, acto en el que le fue tributado un merecido homenaje.
Descanse en paz
este destacado personaje que fue un ejemplo para todos los interesados en la
defensa del Patrimonio Cultural y Natural, así como un excelente compañero que
deja un hueco irremplazable en el ánimo de todos los que le conocimos.
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