La relevancia científica del Prof. D. Carlos Sánchez del Río en el ámbito de la Física Nuclear es algo incuestionable. Con 29 años obtuvo la primera cátedra de Física Atómica y Nuclear en la Universidad de Madrid y de su escuela proceden la práctica totalidad de los catedráticos y profesores agregados, en esa disciplina, de las diferentes universidades españolas.
Sus méritos
profesionales fueron determinantes a la hora de ser elegido Académico de Número
de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la que, más
tarde, llegaría a ser Director.
Fue el 26 de
febrero de 1975 cuando pronunció el preceptivo discurso de ingreso que versó
sobre “La crisis energética y la respuesta nuclear”. Lo hemos vuelto a releer ahora,
cuando el tema sigue vigente.
Tras analizar
el crecimiento progresivo de la demanda y los diferentes sistemas para hacerle
frente, el Prof. Sánchez del Río exponía las ventajas de la energía nuclear,
analizando los pros y los contras de los reactores de fisión, aventurando
proféticamente que el futuro conducía inexorablemente a los reactores de
fusión, al carecer de los inconvenientes e hipotéticos problemas de los otros.
Respecto a los
reactores que ahora conocemos, afirmaba que las tecnologías utilizadas para la
producción de energía, a partir de la fisión del uranio, serían consideradas “como
extremadamente primitivas” por los historiadores del futuro que, sin embargo,
las considerarán como gran prueba del ingenio humano en nuestro siglo.
El discurso
merece ser estudiado por la claridad con que se abordan muchos problemas, pero
para nosotros es de especial relevancia, el discurso de contestación del Prof.
D. José García Santesmases, en el que glosaba la personalidad científica de
nuestro ilustre paisano. Además, analizaba otras fuentes de energía, como la
geotérmica o la solar, haciendo referencia a algunos de los inconvenientes de
esta última.

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