lunes, 10 de noviembre de 2014

Antiguas imágenes de la Casa de Aguilar


            En agosto pasado, publicamos un artículo sobre la Casa de Aguilar como escenario de una serie de postales, de tipo costumbrista, que estábamos reuniendo. Pero, la actual sede de nuestro Centro, ha sido motivo recurrente en otras series, ya que siempre fue considerada como uno de los edificios más representativos de nuestra ciudad. 



            Probablemente, una de las imágenes más antiguas que conservamos en nuestro archivo corresponde a este postal en la que se aprecia, en primer término, un establecimiento comercial, rotulado como “Bienvenido Ejea”, de cuya puerta cuelgan capazos y horcas, lo que nos proporciona una idea de lo que allí se vendía. Nos sirve también para comprobar el estado de la fachada de esta casa que, años más tarde, fue completamente revocada.




            En esta otra imagen, el local comercial tiene ya otro destino, como se deduce del cartel que aparece en su fachada: “Cafes, vinos y licores. Se sirven meriendas”. Por otra parte, puede verse la gran portada de la Casa de Aguilar abierta con una mujer sentada en ella y la pequeña ventana enrejada al lado de ella.



            Esta otra es una de las pocas imágenes en la que se advierte la arquería que remataba el cuerpo adosado a la fachada principal, formada por arcos de medio punto, sostenidos por columnas construidas con ladrillos aplantillados circulares que fue eliminada posteriormente y que el arquitecto responsable no quiso rehacer cuando la Casa fue rehabilitada en 1998.



            En esta postal coloreada, de mediados del siglo pasado, la fachada presenta el mismo aspecto, con pequeñas modificaciones en la arquería superior, cuyos vanos estaban cegados en su mayor parte.



            Aquí ya hay una novedad significativa, pues se ha abierto otra puerta, junto a la principal, en el lugar que ocupaba la pequeña ventana enrejada. 



            De esa misma imagen es esta fotografía, reproducida en una importante revista, que ofrece la particularidad de estar invertida, probablemente porque el editor no conocía la casa, lo que dio lugar a este sorprendente efecto.



            Cuando la Casa fue adquirida por D. Antonio Aina, se llevó a cabo una remodelación de la fachada. Fueron abiertos todos los vanos de la galería y sobre el del balcón, se dispuso un arco de descarga que no existía anteriormente. Además se colocaron unos faroles en la parte superior. En el edificio contiguo se aprecia ya el “mirador” que todavía subsiste.



            Finalmente, este es el resultado tras la rehabilitación efectuada por la Excma. Diputación Provincial, en la que fue suprimida la puerta menor y recuperada la pequeña ventana. También fue eliminado el citado arco de descarga, mientras que a la fachada del cuerpo lateral se le dio un diseño completamente diferente al original.

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