Invitados
por D. Alfonso Marco y en compañía de un
entusiasta grupo de personas relacionadas con el mundo ferroviario, muchos de
ellos vinculados a RENFE y ADIF, el Presidente del Centro de Estudios Borjanos
y D. Manuel Giménez Aperte se desplazaron ayer hasta Cariñena para visitar el
Centro de Interpretación del Ferrocarril de la Comarca Campo de Cariñena,
inaugurado hace dos años y que merece la pena conocer.
El
Centro, instalado en el antiguo muelle comercial de la estación, es gestionado
por la Asociación de Amigos del Ferrocarril “pro Esla 10” de Cariñena, fundada
en 1990, cuyos miembros han realizado una encomiable labor hasta alcanzar el sueño
de dotar a la ciudad del primer centro de estas características en Aragón.
En
el recorrido fuimos atendidos por D. Marco Antonio Campos, un hombre que ama
con pasión todos los aspectos relacionados con este mundo mítico del
ferrocarril y principal valedor del proyecto, el cual nos mostró, a través de
los paneles explicativos la historia de este medio de transporte en Cariñena,
que se remonta al año 1887 cuando se creó el ferrocarril de vía estrecha
Cariñena-Zaragoza que sirvió como vía de salida a la producción vitivinícola de
la comarca. En 1933, la Compañía Central de Aragón creó la línea
Caminreal-Zaragoza que supuso un enorme revulsivo para la zona.
La
pieza central del centro es este magnífico vagón con dos grandes bocoyes en los
que se transportaba el vino, que ha sido pacientemente restaurado por los
miembros de la Asociación.
Dispone,
también, de dos maquetas con trenes en movimiento que constituyen uno de los
principales atractivos para los más jóvenes, pues hay que tener en cuenta que
son muchos los alumnos de centros escolares, de la más diversa procedencia, los
que se desplazan hasta allí para conocer esta instalación modélica.
Dispone
también de un espacio en el que se proyecta un documental sobre la evolución
del transporte ferroviario en la zona y, junto al vagón, antes comentado, se
ofrece otro con los detalles de su restauración.
En
el centro de pueden adquirir un amplio repertorio de recuerdos, diversas
publicaciones editadas por la asociación e, incluso, botellas de vino
especialmente etiquetadas.
Si
a ello añadimos la maquinaria y otros elementos que pueden verse en el muelle,
nos encontramos ante una instalación que, como decíamos, hay que visitar por su
singularidad.
En
nuestro caso, pudimos ver también, en el interior de la estación, esta
histórica mesa de enclavamiento que, en su momento, supuso un avance
considerable, por sus características técnicas, y que estuvo en servicio hasta
el 9 de julio de 2007.
La
jornada nos deparó otras sorpresas, como la posibilidad de visitar el Centro de
Regulación y Control de Alta Velocidad, instalado en la antigua estación de las
Delicias, un histórico edificio construido por el arquitecto D. Luis Gutiérrez
Soto, en 1932 y, en la actualidad, Bien Catalogado del Patrimonio Cultural
Aragonés. Allí se supervisa el tráfico ferroviario y todas las incidencias
entre la estación de Atocha y la frontera francesa, estando dotado de la más
alta tecnología.
Una
comida celebrada en otro histórico restaurante zaragozano fue el brillante
remate a una jornada del mayor interés, tanto por las visitas efectuadas como
por la posibilidad de compartir unas horas con un excepcional grupo de
personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario