Mantener
un blog en el que se publican dos artículos diarios no es una tarea fácil y, en
ocasiones, resulta ingrata al comprobar el escaso eco que tienen entre sus
principales destinatarios. Sin embargo, entre sus principales objetivos está el
de proyectar la imagen de nuestra ciudad y la labor que el Centro desarrolla en
el exterior y es reconfortante constatar las personas que acceden al mismo
desde los más remotos países. Por otra parte, sirve para mantener un enlace
permanente con todos aquellos con los que compartimos intereses comunes, los
cuales nos hacen llegar datos e imágenes que, en ocasiones, son de
extraordinario interés.
Este
es el caso de esta fotografía que nos ha envía D. Fernando Castellot Lamelas,
que reviste una gran importancia, pues no disponíamos de una vista tan completa
del primitivo kiosco del parque de Borja, tomada además muy poco después de su
creación, como puede apreciarse por el escaso desarrollo de árboles y plantas.
Se
da la circunstancia que, a través de esta fotografía que ya dimos a conocer,
nos percatamos de las características de esta importante construcción, lo que
nos llevó a formular la hipótesis de que fuera una obra del gran arquitecto D.
Santiago Lagunas Mayandía que, en esos momentos, se encontraba construyendo en
Borja el Teatro Cervantes. Así se lo hicimos saber a Dª Flor Mata que, como ya
comentamos aquí, está realizando su tesis doctoral sobre Lagunas. Ahora, a la
vista de esta nueva imagen, la importancia de esta construcción se acrecienta.
También
nos ha enviado D. Fernando Castellot estas otras fotografías del interior del
kiosco. La primera corresponde al bar de la primera planta y la segunda es del
salón que existía en el sótano. Llamamos la atención de nuestros lectores
borjanos sobre el plafón y las molduras del techo del sótano, ya que les
recordarán las del Cine Cervantes.
Cuando
se construyó el kiosco era alcalde de Borja D. Jesús Pellicer, el cual fue
cesado el 17 de abril de 1946. Volvió a ser nombrado alcalde el 24 de marzo de
1948 y permaneció al frente de la ciudad hasta 1955. Curiosamente, fue durante
su segundo mandato, cuando decidió transformar por completo el kiosco,
iniciando unas obras que se prolongaron durante años. Los de más edad,
recordarán esas escaleras sin peldaños que aparecen en la fotografía y el
sótano inundado de agua.
Finalmente,
se instaló allí la Biblioteca Pública Municipal que llevaba el nombre de
“Carlos Sánchez del Rio Peguero”, en homenaje al ilustre borjano que consiguió
la ayuda precisa para su creación y puesta en marcha. El primer bibliotecario
fue D. Guillermo Ezquerra Coronel y, posteriormente, D. Francisco Domínguez
Pablo que se hizo cargo de ella en la década de los años 60.
La
vicisitudes posteriores son ya bien conocidas por nuestros lectores locales,
por lo que las omitiremos, así como las reformas a las que fue sometido el
edificio que en nada se parece a ese magnífico testimonio de la arquitectura
racionalista que fue en su momento.
Magníco testimonio gráfico, y que pieza de arquitectura perdida.
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