En
el último número de la revista Hispania
Nostra se inserta un artículo de la historiadora de Arte Dª Juana Font
Arellano, titulado “Glebas y adobes”, entre cuyas ilustraciones aparece una
singular casa de Bulbuente.
Juana
Font es la Presidenta de la Fundación Antonio Font de Bedoya, entre cuyos fines
destaca el de difundir el empleo de los materiales y sistemas tradicionales de
construcción.
La
adoba o adobe es uno de los más antiguos, pues su origen se remonta a
Mesopotamia y Egipto, habiendo sido utilizado en edificios tan emblemáticos
como los palacios de Mausoleo o de Creso. Por otra parte, su interés ha vuelto
a ponerse de manifiesto actualmente, dada la ventaja que su empleo reporta para
disminuir el gasto energético, debido a sus propiedades. De hecho, en diversos
países europeos, como Alemania, se viene llamando la atención sobre este
aspecto, insistiendo en la necesidad de recuperar estos modos de construcción
tradicional.
El
caso de Bulbuente es especialmente llamativo pues, como en otras ocasiones
hemos señalado, es el único edificio modernista que se conserva en nuestra zona
y, curiosamente, está construido con adoba, como puede apreciarse en los muros
que han perdido su revestimiento.
No
es la primera vez que esta casa despierta el interés de los investigadores, debido
a que se encuentra junto a la carretera N-122. Lo han recogido también algunos
estudios sobre el Modernismo en Aragón, aunque seguimos sin conocer el nombre
del arquitecto que lo proyectó. Dada su calidad, nosotros hemos llegado a
aventurar que pudiera ser obra del arquitecto D. Emiliano de Castro Bonel, por su
relación con esta localidad, aunque no dejar de ser una hipótesis.
Lamentablemente,
el revestimiento y sus excelentes motivos decorativos se van perdiendo, poco a
poco, y es posible que en un futuro no muy lejano no nos quede otro testimonio
que estas imágenes para recordar su belleza original.
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