Tabuenca
es conocida en muchos lugares por que conserva un antiguo molino de viento, uno
de los escasos ejemplares conservados en Aragón. Sin embargo, hubo otros impulsados por el
agua.
Todos
ellos figurarán en el inventario de obras hidráulicas que tenemos el propósito
de ir publicando poco a poco, como hemos anunciado hace algún tiempo.
Ahora,
Pedro Domínguez Barrios nos ha enviado fotografías de dos de ellos situados en el
barranco que se encuentra a la derecha de la carretera que conduce a esa
localidad.
Fue
por ese paraje por donde ascendieron sigilosamente el destacamento francés que,
desde Borja, fue enviado a esa localidad para castigar a sus vecinos por la
muerte de varios soldados que se habían desplazado hasta allí para
aprovisionarse. Fue una jornada luctuosa en la que murieron 39 personas, a los
que recordamos con ocasión del Centenario de la Guerra de la Independencia,
dedicando el Ayuntamiento de la villa una placa conmemorativa, colocada en los
soportales de la Casa Consistorial.
Uno
de los molinos es el llamado del “tío picolín” que aún conserva buena parte de
sus paredes en pie, aunque en estado ruinoso.
El
otro, muy próximo, se encuentra en peor estado aunque, significativamente, se mantiene
la balsa en la que se almacenaba el agua que lo alimentaba y el cárcavo o
espacio donde se encontraban las palas que movían las piedras de moler.
De
ellos hablaremos más extensamente en otra ocasión, pero sirvan estas líneas
para dejar constancia de su existencia.
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