Hace
dos días dimos conocimiento del derrumbamiento de este torreón de la muralla
del Cinto de Borja, de la que habíamos ofrecido esta imagen inédita el pasado
día 22 de noviembre. En ella podía apreciarse la calidad de los sillares del
ángulo derecho y el estado en que se encontraba una parte del mismo, también de
sillares en su zona inferior. No podíamos imaginarnos entonces que el riesgo de
derrumbamiento era inminente.
Ayer
hemos vuelto al mismo lugar desde el que realizamos la foto el día 22, para
ofrecer una clara visión de lo ocurrido, que puede volver a repetirse en otros
puntos de este recinto amurallado. De ahí la importancia de acometer medidas
urgentes en las que tienen que participar las autoridades competentes en
materia de Patrimonio, pues como hemos señalado reiteradamente se trata de un
monumento declarado Bien de Interés Cultural, con plena justificación, dado que
estas murallas son uno de los escasos ejemplares conservados de época musulmana
en Aragón.
Comprendemos
la preocupación que embarga a los vecinos de las zonas colindantes pero, en
casos como éste, no se trata de derribar para eliminar el peligro, sino de
consolidar lo que se conserva y restaurar lo perdido. En caso contrario, cada
vez que se produce un derrumbamiento en un monumento protegido deberíamos
demoler el resto para “quitar el peligro”. Si las cosas funcionasen, como es debido,
en temas del Patrimonio Cultural, no sería necesario hacer estas reflexiones,
pues hace tiempo que se habría procedido a la recuperación integral de una
parte importante del mismo, como es el caso que nos ocupa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario