En el
archivo del Centro de Estudios Borjanos se conserva esta imagen en color,
procedente de la colección de diapositivas que estamos escaneando, de un
pavimento aparecido en el recinto de la antigua Bursau, en el cerro de la Corona, que probablemente es una de las
escasas fotografías disponibles del mismo.
El
pavimento fue descubierto el 19 de septiembre de 1953 por D. Federico Bordejé
que lo identificó como un “mosaico ibérico”, aunque en realidad se trata de lo
que se conoce como “opus signinum”, de época romana. Este tipo de trabajos se
realizaban sobre una superficie blanca insertando en ella pequeñas piedras
(teselas) que en este caso son de color negro. Bordejé creía que el motivo
central representaba una “rosa de los vientos” y lo cierto es que estaba
orientada correctamente a los puntos cardinales. El dibujo que realizó, en
compañía de D. Santiago Sánchez y su hijo Melchor, es un excelente testimonio
del estado en que se encontraba en esos momentos.
Porque,
unos años después, se realizó una plantación de pinos en el monte y los
encargados de la misma no dudaron en excavar su superficie para colocar las
pequeñas plantas que nunca crecieron, aunque el pavimento sufrió graves daños.
Después,
el abandono y la falta de protección terminaron por arruinar esta interesante
muestra del pasado romano de nuestra ciudad, de manera que, en la actualidad,
apenas puede distinguirse. Las fotografías que reproducimos son de los años
1965, 1968 y 1974, cuando aún realizábamos un seguimiento de su estado.
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