El
Instituto de Estudios Riojanos está celebrando el 70º aniversario de su
fundación y su revista Berceo se suma
a esta conmemoración, como resalta en el prólogo de su número 170 la Directora
Académica del mismo, Profª Dª Aurora Martínez Ezquerro, recordando las
aportaciones de la revista a lo largo de estos años. Entre los contenidos de
este volumen queremos destacar, de manera especial, el artículo de Sara Bustos
Torres sobre “Boticarios, cirujanos barberos y médicos en Aldeanueva del siglo
XVIII” y no sólo por ser un tema que nos interesa, sino porque entre los
profesionales sanitarios que ha documentado, se encuentra el Dr. Mateo Andrés
que fue médico de Aldeanueva y de Rincón de Soto, hasta que “se marchó de
Aldeanueva y se avecinó en la ciudad de Borja”. Efectivamente, en nuestra
ciudad ejerció su profesión, como una de los dos médicos “conducidos” que
había, entre 1627y 1653, año de su fallecimiento a consecuencia de la
enfermedad contraída “atendiendo a los ingresados en el hospital de contagio”.
Murió, por lo tanto, a consecuencia de la epidemia de peste. Interesante
ejemplo de cómo se interrelacionan dos líneas de investigación. Queremos
también citar el trabajo sobre fuentes gráficas, escritas y orales en torno al
monasterio de San Prudencio de Monte Laturce, un gran cenobio benedictino y,
posteriormente, cisterciense, abandonado tras la Desamortización y cuyos
escasos restos constituyen un nuevo ejemplo de la tragedia que aquel proceso
representó para el Patrimonio Cultural español.
Junto
con el número anterior, nos llega también el nº 171 de la misma revista Berceo que, entre sus contenidos,
incluye los trabajos presentados a las XI Jornadas Sociológicas, organizadas en
2015 en torno al tema “Sobre identidades colectivas en una sociedad cambiante”.
Como se señala en la introducción, el punto de partida de las mismas era una
conferencia pronunciada en 1984, en el Ateneo Riojano por D. Julio Caro Baroja,
cuyo texto se reproduce por vez primera. Precisamente, una de las ponencias
versa sobre “La imagen de la identidad riojana en la obra de Pío Baroja”,
siendo su autor Enrique Ramalle Gómara. Especial interés tiene para nosotros el
excelente trabajo de Joaquín Giró sobre “Una romería de hombres solos, los
esclavos de la Virgen de la Soledad”, analizada desde el punto de vista de su
condición de seña de identidad de una comunidad rural, los cambios a que se ha
visto sometida, como consecuencia de la despoblación y de ciertos cambios
introducidos, no bien aceptados por algunos miembros de esa peculiar
esclavitud. Al hilo de ese artículo que refleja una tradición, parte importante
del Patrimonio Inmaterial de la zona que es preciso preservar, nos han surgido
algunas reflexiones acerca de los criterios imperantes a la hora de calificar
un elemento como “Patrimonio de la Humanidad”, porque para ello se valora,
entre otras circunstancias, el que la tradición sea mantenida “desde abajo” y
no alentada por las autoridades. Asimismo, se requiere la no existencia de
discriminación en virtud de sexo. Por ello, siempre nos hemos preguntado acerca
del proceder a seguir en costumbres que, a lo largo de los siglos, han sido
exclusivas de hombres o de mujeres, que también las hay, como el caso de
Zamarramala y muchos más. Pero, además, si se advierte el debilitamiento de una
tradición ¿Es mejor dejar que muera por falta de interés de quienes debían
conservarla, o ayudar a su recuperación desde instancias “superiores”?
El
Centro de Estudios del Sobrarbe, con sede en Boltaña, viene editando desde hace
cinco años, la revista Treserols, de
la que acaban de remitirnos el nº 14. En la introducción, Mariano Coronas
destaca las dificultades de mantener un Centro de Estudios en una zona como esa
y destaca una peculiaridad de los contenidos de esta revista, pues sólo la
aparición de Luis Buisán, firmando un artículo, “nos priva de la posibilidad de
decir que es un número escrito a dos manos”, ya que Jesús Cardiel firma ocho
artículos y Manuel López, cuatro. Entre los contenidos hay trabajos sobre
Paleontología, linajes y apellidos, así como casas de profunda raigambre. Por
su parte, Manuel López aborda el tema de la brujería, a través del inventario
de los bienes de una bruja; da a conocer la iglesia colegiata de San Pedro de
Boltaña; el tesoro de San Victorián; y reúne una serie una colección de versos
y coplas recitados y cantados antaño. No queremos dejar de citar la aportación
de Luis Buisán sobre las ruinas de Semué, un poblado medieval desaparecido hace
tiempo.
En Las
Cuevas de Cañart, hermosa localidad que tuvimos la satisfacción de visitar el
pasado verano, existe la Asociación Cultural “El Morrón”, especialmente activa
en la defensa del Patrimonio y de las tradiciones de ese municipio. Nos han
remitido el nº 4 de su revista La Acacia,
que incluye numerosas noticias sobre las actividades que realiza, entre las
cuales se encuentra un concurso de cuentos, así como diversos artículos sobre
el pasado y la actualidad de Las Cuevas. Entre ellas destaca la referencia al
acuerdo alcanzado entre el Obispado de Teruel y el Ayuntamiento para la adquisición
del antiguo convento de Servitas, un magnífico monumento, arruinado tras
la Desamortización que ahora la
corporación municipal va a consolidar. Por cierto, entre las publicaciones que
aconsejan leer se encuentra la novela El
Castillo del escritor borjano Luis Zueco.
Terminamos
las reseñas de hoy con una referencia al último número de La magia de viajar por Aragón, en el que se incluyen reportajes
sobre los pueblos olvidados de Aragón; el Centro Astronómico Aragonés; Goya;
los castillos de Teruel relacionados con las órdenes militares; la Navidad
polaca en Aragón; y el románico lombardo del antiguo condado de Ribagorza,
entre otros contenidos.
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