D.
Manuel Villarroya Pérez nos ha hecho entrega de dos publicaciones, editadas por
la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Zaragoza, en cuyo diseño y
elaboración ha tenido un papel fundamental.
La
primera de ellas tiene por título 25 años
de Hospitalidad Ntra. Sra. de Lourdes. Zaragoza, 1993-2018, y relata la
historia de esta hospitalidad, surgida en la capital aragonesa merced al
impulso del sacerdote D. Modesto Monzón Ferrer y de Dª. Gloria Longás Aznárez y
que, en 2017, fue erigida canónicamente como Asociación Pública de Fieles por
el arzobispo de Zaragoza, quedando inscrita ese mismo año en el Registro de
Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.
La
finalidad de la misma es acompañar a los enfermos que cada año se desplazan
hasta el Santuario de Lourdes, al que también peregrinan sus miembros cada 11
de febrero. De esas peregrinaciones ofrece la publicación amplia información
fotográfica, junto con un resumen de la historia de la hospitalidad, precedido
por unos textos que firman el arzobispo de Zaragoza D. Vicente Jiménez Zamora,
el Presidente de la Hospitalidad D. José Luis Sánchez Oto y su Consiliario D. José
María Bordetas Alonso. También aportan sus testimonios dos antiguas
Presidentes, D. Mariano Bandrés Alayeto, que lo fue entre 1995 y 1997, y D.
Marceliano Germán Guillén García que estuvo al frente de la hermandad desde
2009 al 2013. Fueron también presidentes de la misma Dª. Gloria Longás Aznárez
(1983-1995), D. Jesús Barco Gracia (1997-2005) y D. Maximiano Rodríguez
Herreras (2005-2009).
La
segunda de las publicaciones lleva por título Un hombre de Dios, del pueblo y para el pueblo y constituye el homenaje
tributado por la Hospitalidad Ntra. Sra. de Lourdes al arzobispo de Zaragoza D.
Vicente Jiménez Zamora, con ocasión de sus Bodas de Oro sacerdotales. A lo
largo de sus páginas se recuerda su nacimiento en Ágreda, su infancia y su
carrera eclesiástica, desde sus primeros años hasta su ordenación episcopal
como obispo de Osma-Soria en 2004, sede desde la que pasó a la de Santander en
2007 y finalmente a Zaragoza en 2014. Su actividad pastoral, las audiencias y
su participación en las peregrinaciones de la hospitalidad se reseñan en otros
capítulos, todos ellos ilustrados con numerosas fotografías a todo color. El
libro se completa con los mensajes de varios de sus predecesores y obispos
auxiliares, así como con los del Párroco y el Alcalde de Ágreda, junto con los
del Presidente y el Consiliario de la hospitalidad y los testimonios de
diversos vecinos de su localidad natal.
Bonito
recuerdo el elaborado por Manuel Villarroya que, llevado por su entusiasmo
hacia el Sr. Arzobispo, no ha dudado en incurrir en posibles penas canónicas,
al dedicar una página al horóscopo del ilustre prelado, dado que, como enseña
el Catecismo de la Iglesia Católica (2116), la consulta e interpretación de
horóscopos, como las restantes formas de adivinación son rechazadas por la
Iglesia.
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