Durante
su estancia en Borja, el Presidente de Europae Thesauri Dr. Bernard Berthod,
acompañado por el investigador Gaël Favier y el Presidente del Centro de
Estudios Borjanos, ha visitado diversos monumentos de nuestra zona, entre ellos
el monasterio de Veruela que ya conocían.
Sin
embargo, en esta ocasión, Gaël Favier que, no en vano, es un gran especialista
en orfebrería del siglo XIX, se percató de la importancia que tiene la gran
lámpara de bronce situada en el presbiterio de la iglesia monacal.
Sobre
ella, ya había llamado la atención el P. Pedro Blanco Trías S. J. quien, en su
obra El Real Monasterio de Santa María de
Veruela, publicada en Palma de Mallorca en 1949, afirmaba que había sido
donada, el 21 de abril de 1891, por la duquesa de Villahermosa y que “es del
más puro estilo románico y reúne la cualidad de ser un acabado facsímil de la
que Federico Barbarroja regaló para la imperial capilla de Aquisgrán donde, es
tradición, fueron primeramente inhumados los restos del emperador Carlomagno".
Evidentemente,
el P. Blanco Trías no conocía la lámpara de la capilla palatina de Aquisgrán,
pues aunque de características similares ofrece notables diferencias pues,
mientras que la de Aquisgrán está constituida por una sola corona, la de
Veruela tiene dos y un receptáculo inferior. El redactor de la voz “Veruela” en
la Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana, la popular “Espasa” precisaba que se trataba de una “colosal
lámpara votiva de bronce dorado, con 20 escudos en esmalte, preciosa imitación
de las coronas de luz del siglo XII”.
Porque
esas “coronas de luz” o “couronne de lumière” que es el nombre con el que se
designan en Francia a este tipo de lámparas de inspiración medieval,
reproducidas en el siglo XIX, fueron instaladas en muchos templos del vecino
país y de otros lugares.
En
este sentido, la aportación de Gaël Favier es la hipótesis de que esta obra
fuera realizada por el orfebre Placide Poussielgue-Rusand (1824-1899), autor
del relicario de la Corona de Espinas de la catedral de Notre-Dame de París y
colaborador del arquitecto Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc (1814-1879). Uno de
sus diseños que nos ha entregado tiene un enorme parecido con la lámpara de
Veruela.
En su
opinión, los duques de Villahermosa pudieron entrar en contacto con el orfebre
citado durante la Exposición Universal que, en conmemoración del I Centenario
de la Revolución Francesa, se celebró en París en 1889, dos años antes de la
llegada de la lámpara a Veruela.
Placide
Poussielgue-Rusand fue también el autor de otras lámparas como la de la
catedral de Bourges o la de la abadía de Saint Denis, por lo que no resultaría
extraño que recibiera un encargo de estas características.
En la
corona de mayor tamaño de la lámpara de Veruela se encuentra grabada la
siguiente inscripción: “Para honra y
gloria de Dios, Uno y Trino, y al culto de María Santísima de Veruela dedican
esta lámpara Carmen de Aragón y Azlor y José de Goyeneche, duques de
Villahermosa, condes duques de Luna, conde de Guaqui. Año MDCCCXCI”.
En
torno al remate inferior leímos “Lux vera
quae illuminat omnem hominem”, con las limitaciones que la distancia y
nuestra escasa visión impone. Por otra parte, la lámpara está decorada con
esmaltes que reproducen las armas de la familia y motivos religiosos.
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