Entre
los documentos del archivo de la familia Zapata, donado a nuestro Centro, hemos
encontrado el sobre de una carta dirigida a D. Pedro Pablo de Navas, entonces
residente en la plaza de San Felipe nº 19 de Zaragoza, franqueado con el primer
sello de Correos que se emitió en España, en 1850, con un valor facial de 6
cuartos.
Fue
por un Real Decreto de 24 de octubre de 1849 cuando se sustituyó el antiguo
sistema de pago del correo, mediante la introducción de sellos adhesivos que se
expendían en todos los estancos del reino y que entraron en vigor el 1 de enero
de 1850.
En esa
primera emisión los valores faciales eran de 6 cuartos, 12 cuartos, 5 reales y
10 reales, a los que se añadió otro de 6 reales. Con ellos se podían cubrir las
tarifas establecidas que, para las cartas sencillas, era de 6 cuartos; para las
cartas dobles, de 12 cuartos; y para las certificadas de cinco reales cada
media onza. Los de 6 reales fueron necesarios para las cartas certificadas al
extranjero.
Del valor
facial de 6 cuartos se conocen, al menos, dos variantes, diferenciadas por la
separación existente entre la “T” y la “O” de la palabra “CUARTOS”, separadas
en la primera y unidas en la segunda, por lo que el sello que hemos encontrado
pertenece a la segunda variante.
Está
inutilizado con una marca de araña negra. Ello era obligatorio para todas las
administraciones en las que se depositaban las cartas, con el fin de que no
pudieran volver a ser reutilizados. Debía ser de tinta negra de imprenta y, a
ser posible, conteniendo aceite, ya que dejaba inservible el sello.
En
todos los modelos de estas primera series se representó la imagen de la reina
Isabel II. El grabado fue realizado por Bartolomé Corominas, que era el
grabador jefe de la Fábrica Nacional de la Moneda, donde se imprimieron,
tomando como modelo a una medalla que,
para el Regimiento de Ingenieros había acuñado en París el escultor Joseph
Arnold Pingret. El de seis cuartos fue realizado en color negro, con la particularidad
de que la reina mira hacia la izquierda del sello, mientras que en los
restantes lo hace hacia la derecha, al igual que ocurría en la medalla citada.
Probablemente, esta disposición se debió al deseo de que, por el color y el
diseño, se asemejara al primer sello que circuló en el mundo: el “Penny black”
del Reino Unido.
El
fechador, impreso en la parte posterior del sobre fue estampado en Zaragoza el
16 de noviembre de 1850, con tinta de color rojo, que era la reglamentaria en
las 31 carterías en las que se dividió el territorio peninsular (26), y los
correspondientes a África, Canarias, Baleares, Cuba y Puerto Rico
(pertenecientes al mismo) y Filipinas.
España
fue el décimo país del mundo en introducir los sellos postales. El primero fue
el Reino Unido, con el famoso “One penny” ya citado, emitido el 1 de mayo de
1840 con la imagen de una joven reina Victoria. Como puede apreciarse es muy
similar en su diseño al 6 cuartos español de Isabel II.
La
introducción de este sistema fue debida a una iniciativa presentada ante el
Parlamento británico por Rowland Hill (1795-1879), un maestro al que se le
ocurrió la idea, cuando en uno de sus viajes, se alojó en una posada a la que,
poco después, llegó un empleado de Correos para hacer entrega de una carta a la
posadera, la cual la devolvió por no tener el dinero suficiente para abonar el
importe de su transporte, como se hacía entonces. Hill, muy caballerosamente,
se hizo cargo del mismo y, tras entregar la carta a la posadera, comprobó
sorprendido que estaba vacía. Ignoraba que el remitente era su novio, el cual
sabía que su prometida no sabía leer, por lo que había llegado a un acuerdo con
ella, para que, mediante unos signos escritos en el sobre pudiera saber que se
encontraba bien. La posadera los vio y supo las noticias que esperaba, por lo
que ya no necesitaba pagar el importe de la carta.
Pero
el bueno de Hill comprendió que el servicio postal hubiera evitado la devolución
de la carta, si hubiera sido franqueada en origen, por lo que diseñó el famoso
sello con la imagen de la reina que, tras su aprobación en la Cámara de los
Comunes, circuló por vez primera el 6 de mayo de 1840, diez años antes que el
primer sello español. La reina le concedió el título de “Sir” y sus restos
reposan actualmente en el Panteón de Hombres Ilustres de la capilla de San
Pablo de la abadía de Westminster, porque en el Reino Unido se honra a los
hombres que han contribuido a la grandeza del país. Allí se encuentra su busto
y bajo las fechas de su nacimiento y muerte, la referencia a que fue el
organizador del sistema de “Penny Postage”.
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