Adquirida una obra de D. Carlos Sánchez del Río Peguero

         En el archivo de la familia Sánchez del Río que, en su momento, fue donado al Centro de Estudios Borjanos y que ahora está catalogando D. Antonio de Pedro, se conservan los textos originales de diversas obras y artículos que escribió D. Carlos Sánchez Peguero, entre las que se encuentra la que lleva por título El Plan de Estudios Jurídicos en España. Lo que fue, lo que es, lo que podría ser, de la que no disponíamos de ningún ejemplar impreso. Lo acabamos de conseguir ahora, viniéndose a incrementar los fondos bibliográficos de este ilustre autor borjano, disponibles en nuestra biblioteca.

         La obra, cuya portada reproducimos, fue impresa en Zaragoza por Tipografía Larruga y, en sus 120 páginas, el entonces joven profesor auxiliar de la Universidad de Zaragoza (había nacido en 1897 y tenía por lo tanto 24 años), analiza con rigor la evolución de los estudios de Derecho en España, desde la antigüedad.

         Consciente de la necesidad de que la enseñanza que se imparta en el siglo XX responda a criterios actualizados, muestra también la situación de dichos estudios en las universidades españolas, para concluir con una propuesta de lo que, a su juicio, debe ser el contenido de las asignaturas que se impartan en España y el modelo a aplicar, para hacer frente a las exigencias de los alumnos que pretenden ejercer la abogacía y de aquellos otros orientados hacia la investigación o la docencia. Es consciente de que hay un tercer grupo integrado por los que cursan la carrera para añadir un título más a su curriculum. Estos últimos no plantean especiales problemas, dado que nada exigen.

         D. Carlos se mostraba contrario a introducir el examen de ingreso en la Facultad, algo que entonces ya se planteaba y tampoco consideraba oportuno realizar estudios previos dado que, en su opinión, bastaba con un buen conocimiento de la Lengua Española.

         En el plan diseñado por él, se incluía el Derecho Internacional como asignatura independiente, al igual que el Derecho Mercantil, sugiriendo también dedicar atención singularizada a ramas que, por entonces, aunque con entidad propia, no estaban bien definidas, como el Derecho Administrativo, el Procesal o el referido a la Hacienda Pública.

         Una de sus innovaciones más llamativas era la de que los alumnos cursaran una asignatura de Medicina Legal. En ocasiones, asistían a cursillos impartidos en la Facultad de Medicina, pero D. Carlos entendía que necesitaban un conocimiento más profundo de esa materia, tan vinculada a su ejercicio profesional en muchos casos.