domingo, 14 de noviembre de 2021

Castillo de Batres

 

         El de Batres es un precioso castillo de la comunidad de Madrid, aunque en el límite con la provincia de Toledo que está asociado a los señores de esa localidad que mandaron edificarlo a finales del siglo XV. Uno de ellos fue el gran poeta Garcilaso de la Vega que allí escribió alguna de sus obras.


         Está situado a orillas del arroyo del Sotillo, que desemboca en el río Guadarrama, en medio de un paraje de gran belleza natural. En 1959, el arquitecto D. Luis Moreno de Cala y Torres lo adquirió a los marqueses de Riscal y procedió a su restauración. Mejoró también notablemente su entorno, creando una Escuela de Jardinería y Paisajismo en el castillo.



         Destaca la gran torre del homenaje frente a la cual creó un estanque. El resto se articula en torno a un patio porticado que entonces estaba abierto y ajardinado.



         Por la lógica evolución de la vida de su propietario, todo fue cambiando. La escuela se trasladó a Madrid, aunque durante algún tiempo las prácticas seguían realizándose en el castillo, donde también se llevaban a cabo los actos oficiales. Luego se desvinculó por completo, aunque conserva el nombre, pero vinculada a la Universidad Camilo José Cela. Hace unos años, el castillo fue puesto a la venta por la elevada suma de mil millones de euros. No hemos encontrado datos sobre si llegó a ser adquirido pero, en la actualidad, sirve como lugar de celebración de bodas y otros eventos, gestionado por una unión de destacados restauradores.



         La consecuencia más llamativa del nuevo uso ha sido la modificación del patio interior que fue cubierto para que sirviera de amplio comedor, perdiendo gran parte del encanto que tenía.



         Cuando las circunstancias climatológicas lo permiten también se utiliza la zona en torno al estanque, con la torre del homenaje al fondo.


         La última noticia que hemos encontrado es la de un reciente incendio declarado en Batres que afectó a una amplia zona del municipio, llegando a destruir el secadero de tabaco, una de las construcciones del entorno del castillo.








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