domingo, 14 de noviembre de 2021

Problemas en el cerro de la Molilla de Magallón


         El cerro de la Molilla, donde hoy se levanta la hermosa iglesia parroquial de San Lorenzo, declarada Bien de Interés Cultural, fue el lugar del primitivo asentamiento de Magallón y donde se encontraban sus dos castillos.

         Sin embargo, las características geológicas del monte, con predominio de materiales de yeso, ha dado lugar a numerosos problemas en el transcurso del tiempo que terminaron por afectar a la estructura del templo.



         Hace algunos años, en la zona correspondiente al ábside del antiguo templo medieval, ahora convertido en coro de la actual iglesia del siglo XVI, se realizó un micropilotaje con inyección de cemento, para intentar consolidar esas estructuras que amenazaban con derrumbarse. En opinión de algunos técnicos consultados el resultado no fue bueno, dado que el cemento a presión afecta a las capas de yeso y, como puede verse en esta imagen, algunos de los contrafuertes presentan grietas, aunque no hemos tenido tiempo de compararlas con fotografías antiguas que conservamos para comprobar si son anteriores o posteriores a esa intervención.





         A lo largo de los últimos años las actuaciones en la iglesia han sido constantes, algunas hace relativamente poco tiempo. A pesar de ello, en una reciente visita pudimos apreciar daños significativos en la parte posterior del templo que, según nos han indicado, van a ser corregidos ahora.



         Pero lo más preocupante es el estado del muro que sustenta el cerro, cuyos contrafuertes se han abierto. A la fragilidad del terreno hay que añadir que en esa zona se abrieron bodegas, algunas desconocidas y otras descubiertas recientemente, que vienen a agravar la situación, al igual que todas las obras que se realizan en ese sector, utilizando máquinas de percusión.

         El problema se ha intentado solucionar en diversas ocasiones, pero persiste y constituye una grave amenaza para el futuro, por lo que en algún momento habrá que adoptar medidas radicales que, probablemente, pasan por la construcción de un gran muro, sólidamente fundamentado en la parte inferior y ataluzado. Obra que, por su altura, será costosa sin duda.






 

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