Durante el pasado fin de semana, atendiendo a una amable invitación, hemos tenido la oportunidad de viajar por varias localidades del norte de la provincia de Huesca, comenzando por Jaca (tan bonita como siempre y con una excelente oferta gastronómica), en las que la lluvia no fue obstáculo para el desarrollo de las actividades previstas.
Una de ellas, era conocer el hotel
inaugurado en la antigua estación internacional de Canfranc, un bellísimo
edificio que ha sido completamente restaurado y acondicionado como
establecimiento hotelero de alta gama.
Junto a él se han instalado dos vagones,
transformados en restaurante, donde pudimos disfrutar de una extraordinaria
experiencia gastronómica que comentaremos en otro artículo.
También estuvimos en el balneario de
Panticosa, en donde no llovía, como tampoco en Huesca, donde finalizamos el
recorrido con un refrigerio en un restaurante étnico, no menos interesante que
los disfrutados en días anteriores.
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