Inmediatamente detrás del mausoleo de Sagasta, que comentamos ayer, se encuentra el de Eduardo Dato, también obra de Mariano Benlliure, aunque en este caso combina el mármol blanco con el bronce.
D. Eduardo Dato Iradier (1856-1921) había nacido en La Coruña
el 12 de agosto de 1856. Cursó la carrera de ambos Derechos en la Universidad
Central, donde se licenció en 1875. Completó su formación viajando por diversos
países, lo que le permitió hablar varios idiomas y adquirir una sólida cultura.
A los 28 años se afilió al Partido Conservador, siendo
elegido Diputado por el Distrito Electoral de Murias de Paredes (León), siendo
reelegido por el mismo distrito en 1891, 1893, 1896, 1898, 1899, 1901, 1903,
1905, 1907 y 1914, aunque en estas últimas elecciones también obtuvo el acta de
Diputado por el Distrito de Vitoria, por el que volvió a ser elegido en 1916,
1918, 1919 y 1920. Fue, por lo tanto, Diputado durante toda su vida, llegando a
ocupar la Presidencia del Congreso de los Diputados (1907-1910) y la Alcaldía
de Madrid (en 1907). Desempeñó las carteras de Gobernación (1899-1900); Gracia
y Justicia (1902-1903 y 1914-1915); Estado (1918) y Marina (1920-1921).
Pero, además, fue Presidente del Consejo de Ministros en tres
ocasiones: 1913-1915; 1917 y 1920-1921. Fue el responsable de la creación del
Ministerio de Trabajo y de la puesta en marcha de la primera legislación
laboral de España. Al estallar la I Guerra Mundial proclamó la neutralidad de
nuestro país en el conflicto y la mantuvo a pesar de las presiones.
Le tocó hacer frente a los problemas suscitados en Cataluña y
los derivados de la actuación de la CNT. El 8 de marzo de 1921, cuando se dirigía
a su domicilio a bordo de un automóvil, tres pistoleros anarquistas acabaron
con su vida, al pasar por la plaza de la Independencia.
Poco después de su asesinato le fue encargado a Mariano Benlliure la realización de su mausoleo, que fue inaugurado el 7 de marzo de 1928. Situado en el ángulo de dos pandas del claustro de Panteón, representa con fidelidad la imagen del político, dado que el escultor ya había realizado con anterioridad (en 1915) un busto retrato suyo.
Tras la figura yacente del político,
cubierta con un sudario, se alza la alegoría de la Fe, realizada en bronce, que
alza un crucifijo entre las manos. A los pies, dos pequeños angelotes, también
de bronce, sostienen el escudo de España, entre tarjas, roleos y hojas de
acanto.
En uno de los laterales, junto a la
fecha de su nacimiento, aparece la inscripción “Eduardo Dato. Vivió para la
Patria. Murió por ella”. Al otro lado, la fecha de su muerte y la inscripción “Siendo
Presidente del Consejo de Ministros y Jefe del Partido Liberal Conservador”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario