Hace
algún tiempo, dentro de la serie de artículos dedicados a los abejares de
nuestra zona, publicamos esta imagen de una construcción situada en el pozo de
los Aínes de Grisel, sugiriendo la posibilidad de que se tratara de un abejar
rupestre. Con motivo del acondicionamiento efectuado en dicho lugar para
facilitar su visita, algo que recomendamos a nuestros lectores, se indicaba que
el destino de esas oquedades talladas en la roca era servir como palomares, lo
que parece mucho más razonable.
Algún
tiempo después, Pedro Domínguez Barrios nos remitió esta otra fotografía de una
cueva situado en un cortado del Val, en cuyo interior se apreciaban unas
construcciones de dudosa finalidad. Ahora, D. Julián Pérez, un turiasonense
asiduo seguidor de este blog, nos plantea la hipótesis de que puedan ser nidos
artificiales para capturar polluelos de aves rapaces, tradición que se mantenía
en algunos pueblos del Moncayo hasta tiempos no muy lejanos.
Al
mismo tiempo, nos ha enviado estas preciosas imágenes de oquedades muy próximas
y similares a la citada, en la localidad de Los Fayos, sugiriendo el que
también se trate de palomares. Curiosamente al pie del gran cortado que nos ocupa, hay también restos de un
abejar convencional.
El
tema es muy interesante ya que, en las proximidades de Borja, no hemos
encontrado construcciones destinadas a esta posible finalidad que merece
especial atención.
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