Coordinada
por la Dra. Dª Rebeca Carretero Calvo, el Centro de Estudios Turiasonenses
acaba de publicar, bajo el título de La
Contrarreforma en la Diócesis de Tarazona, una serie de estudios en torno a
la figura del obispo de Tarazona Fray Diego de Yepes (1529-1613).
Fray
Diego, que había tomado el hábito de la orden de los jerónimos en 1550, llegó a
ser confesor de Felipe II, prestándole asistencia espiritual en sus últimos
momentos. En reconocimiento a esta labor, Felipe III lo presentó como sucesor
de D. Pedro Cerbuna para la sede episcopal de Tarazona, donde desarrolló una
intensa actividad para poner en marcha las reformas dictadas por el Concilio de
Trento.
De
ahí que, entre las ilustraciones de la obra que comentamos, se incluyan algunas
imágenes relativas a dicho concilio, entre ellas el lienzo arriba reproducido
que se conserva en el Museo de la Colegiata de Borja, datado hacia 1700 y
atribuido a Juan Zabalo Navarro, un pintor del que han quedado muchos
testimonios de su trabajo en nuestra ciudad, como el lienzo de San Vicente
Ferrer, también conservado en el mismo
museo, el lienzo de San Francisco y Santo Domingo que se encuentra en la
iglesia del convento de Santa Clara, los del retablo de la Virgen de la Peana
en su capilla titular y los del retablo de la iglesia del antiguo convento de
dominicos, actualmente Auditorio Municipal.
Con
frecuencia se suele afirmar que la iconografía de Trento es escasa, de ahí el
interés de la obra citada. Sin embargo, hay otras obras relacionadas con el
mismo. En el mismo libro se inserta esta imagen de la realizada por Pasquale
Cati, en 1588, y que puede verse en la iglesia de Santa María del Trastévere de
Roma.
De
la sesión del concilio en la basílica de Santa María la Mayor de Trento existen
diversas versiones que, con ligeras variantes, responden a un mismo modelo
iconográfico.
Pintores
tan destacados como Sebastiano Ricci, también se ocuparon de este tema, aunque
desde diferente perspectiva, como la visión del Papa Paulo III que fue quien lo
convocó.
Más
conocida es la obra de Tiziano que fue objeto de diversas copias, entre ellas
esta atribuida a Paolo Farinatis (1563), presentes en varios museos.
En
el Museo Diocesano de Trento se guardan estos dos lienzos atribuidos a Nicolò
Dorigatti, y datados en 1711, en los que se representan la sesión inaugural del
concilio y la de su solemne clausura.
No
son las únicas conservadas en ese museo sobre este motivo, ya que también podemos
admirar este lienzo del siglo XVII, de autor desconocido.
Los debates del concilio
fueron representados en este fresco del magnífico palacio Farnesio de
Caprarola, edificado por el cardenal Alejandro Farnesio el joven que fue el
nepote del papa Paulo III.
Dentro de España, una
de las imágenes más conocidas en la que aparece en un de los testeros del Aula
General de Teología Real del antiguo Colegio del Espíritu Santo, hoy
Universidad Pontificia de Salamanca. Corresponde al momento en el que el P.
Laínez S. J. se dirige a los padres conciliares, en el transcurso de la Sesión
V del concilio.
Podríamos incluir otras
muchas obras que vienen a poner de manifiesto la atención dispensada por los
artistas a este gran acontecimiento eclesial, aunque su presencia en España es
mucho menor, lo que concede especial interés a la obra del Museo de la
Colegiata de Borja, la cual procede del antiguo convento de dominicos y ofrece
curiosas particularidades, como los repintes a las que fueron sometidos todos
los rostros de los padres conciliares.
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