Ayer
se celebró en el Salón de Actos de la Casa de Aguilar la quinta sesión de este
curso sobre Patrimonio Cultural Inmaterial que tanta expectación ha despertado.
En principio, estaba previsto que corriera a cargo de D. David Ferrer Gómez
pero, por circunstancias imprevistas, se hizo cargo de la misma el Presidente
de nuestro que habló sobre una interesante serie de tradiciones, de origen
medieval, algunas de las cuales han podido ser atestiguadas en Borja y en otras
localidades de su entorno.
Se
refirió, en primer lugar, a la fiesta del obispillo, en la que un niño
perteneciente a la escolanía de las catedrales o abadías era elegido, en la
fiesta de San Nicolás, “obispo”, siendo revestido con los ornamentos propios de
la condición episcopal y recibiendo los honores correspondientes.
Esta
fiesta se sigue celebrando en algunos lugares, como Burgos (a la que
corresponde la fotografía), Palencia, Monserrat o el valle de los Caídos, pero
también en otras localidades como Béjar y algunas mucho más pequeñas.
Otra antigua tradición
navideña es la del “Rey del haba”. Está relacionada con el haba que se
introduce en el roscón de Reyes, ahora sustituida por una figurita. El origen remoto del roscón son las Saturnales
romanas, unas fiestas en las que, entre otras cosas, se introducía un haba en
un roscón y se repartía entre los esclavos, recibiendo honores especiales el
que la encontraba, como si fuera un hombre libre.
En la Edad Media y en épocas posteriores, el que
encontraba el haba, era coronado “rey del haba”. De esta costumbre navideña nos
han quedado numerosos testimonios pictóricos. Sin embargo, entre nosotros se
introdujo la costumbre de que encontrar el haba obligaba a comprar otro roscón,
convirtiéndose el honor en penalización.
Curiosamente, en
Navarra la fiesta ha recuperado su sentido original y, cada año en una
localidad diferente, es proclamado rey el niño que encuentra el haba en el
roscón que se les sirve. Además de ser coronado, es alzado sobre un pavés.
Seguidamente,
dio a conocer otras tradiciones de las que han quedado testimonios documentales
o iconográficos en nuestra zona. La más importante es la del rey pájaro o
pajarillo de la que Profª D ª María del Carmen García Herrero dio a conocer
datos de algunos problemas planteados en Magallón y Trasmoz, con motivo de las
fiestas que tenían como protagonista a este personaje.
La tradición del “rey
pájaro” se inscribe en el marco de una institución medieval presente en muchos
lugares, la de las asociaciones de jóvenes que, en Aragón, eran conocidas con
el nombre de “reage” o “reatge”. La misma autora, anteriormente citada, la
encontró reflejada en los estatutos u ordinaciones de Mallén, en 1480. Pero la
gran novedad que ayer se dio a conocer fue el descubrimiento, por parte del
embajador D. Manuel Gómez de Valenzuela, de un documento que hace alusión a la
tradición del reatge en Borja. En
concreto, en el protocolo del notario de Zaragoa Alfonso Martínez, quien en el
arrendamiento de la primicia, efectuado por los jurados de Borja el 24 de agosto de 1443, registra la obligación,
por parte de los arrendadores de pagar una pequeña cantidad “A los mozos que
fazen reatge”.
Esas asociaciones de
jóvenes eran de carácter obligatorio para los mayores de 17 años y, al frente
de ellas, había un rey y un conde. Tenían como misión organizar el baile de los
domingos y participar en las fiestas de Navidad, primavera, agosto, en las
rondas, así como asistir a las bodas de sus miembros y a las misas en
determinadas festividades. Por eso era muy importante la contratación de los
músicos.
Existen representaciones del rey pájaro y de los
jóvenes del reatge en distintos lugares, como en la techumbre de la catedral de
Teruel, de la que antes insertamos unas fotografías, o en el refectorio de la
catedral de Pamplona, en una de cuyas ménsulas aparece la imagen policromada de
un rey pájaro, asociado a la primavera.
Pero,
especialmente interesante es su identificación con el mes de abril que aparece
en algunos calendarios, como el del panteón de Reyes de la colegiata de San
Isidoro de León.
Otro
de esos interesantes calendarios se encuentra en la ermita de la Virgen de la
Huerta de la vecina localidad de Fréscano y, de nuevo allí, aparece el rey
pájaro en el mes de abril. Aquí lo vemos coronado y con dos ramos en la mano.
Hasta ahora, se interpretaba como una representación de una labor agrícola
correspondiente a ese mes, algo de difícil comprensión, pues no era imaginable
ver a un rey realizando estos trabajos. La nueva interpretación, debida también
a la Profª García Herrero confiere especial interés a esta pintura de Fréscano
que, de esta forma, se convierte en testimonio de una tradición desaparecida de
nuestra zona.
Aunque,
como señaló el conferenciante ha podido perpetuarse en una ceremonia que aún
subsiste en dicho municipio y que se celebra el Domingo de Resurrección, la del
traslado de la Virgen de la Huerta desde su ermita a la iglesia parroquial,
adornada con ristras de caramelos (de ahí el nombre de “Virgen de los
caramelos”) discurriendo la comitiva por las calles de la población que se engalanan con arcos de
laurel y ramos del mismo arbusto en balcones y ventanas.
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