En
el archivo de la Casa de Ojeda se conserva este curioso dibujo, fechado en
1869, que muestra el aspecto que presentaba la plaza de San Francisco en
aquellos momentos, desde el interior de la cerca del antiguo convento
franciscano.
Según
la tradición fue realizado por un miembro de la familia que, como señal, solía
colocar un pavo real en todos sus trabajos. Aquí lo vemos sobre el arco, con un
tamaño evidentemente desproporcionado.
Se
suele relacionar con Manuel de Ojeda y Perpiñán, nacido en 1851, por lo que de
ser cierto estaríamos ante un dibujo infantil. No estamos seguros de que sea
obra de ese personaje, cuya identidad se confunde con el pintor de Cámara
Manuel de Ojeda y Siles (1835-1904), nacido en Sevilla.
En
cualquier caso, es un documento curioso en el que se puede ver el antiguo palacio
de los Mañas, situado junto al arco, aunque no se ajusta plenamente a la
realidad, ya que, como puede apreciarse en estas fotografías, la galería
superior del mismo tenía siete vanos, mientras que en el dibujo aparecen sólo
cinco. Lo mismo sucede con los de la fachada lateral y, por otra parte, la
cúpula que remataba la escalera monumental tiene un tamaño superior al real,
aunque la perspectiva sea diferente, como viene a ponerlo de manifiesto la
volumetría del edificio contiguo.
No
obstante, el autor reflejó en gran medida lo que veía, como lo demuestran las
pequeñas ventanas de la fachada y otros detalles. Nos han llamado la atención
los dos soportes metálicos que hay en la fuente, los cuales no se ven en las
fotografías. Posiblemente estaban, pues la fuente tuvo que ser reparada por
aquella época, ya que amenazaba ruina.
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