El 22 de junio de 1812
fue nombrado Corregidor de Borja D.
Fernando Gil. Era natural de nuestra ciudad y tenía su residencia en la
calle de Alberites. A finales de diciembre de 1811 había protagonizado un grave
incidente enfrentándose a las fuerzas de ocupación francesas. Los hechos
tuvieron lugar tras la llegada a nuestra ciudad de una partida de guerrilleros
al mando del famoso Juan Martín “El Empecinado”. Los franceses abandonaron
Borja para refugiarse en el castillo de Mallén y, cuando los guerrilleros se
marcharon, retornaron para tomar represalias contra los vecinos que les habías
prestado ayuda. Quisieron apoderarse del caballo de todo aquello de valor que había en la casa
de D. Fernando Gil, pero apostado en la escalera les hizo frente,
ocasionándoles cuatro muertos. Ante la llegada de refuerzos huyó por el tejado,
saltando hasta la iglesia de Santa María y, por los claustrones, abandonar el casco
urbano. Este hecho fue muy aplaudido, por lo que resulta llamativo que, cuando
regresó a mediados del año siguiente, fuera nombrado Corregidor, dado que los
franceses seguían en Borja. Pero aún más sorprendente es su comportamiento
posterior, dado que cansado de las constantes incursiones de los guerrilleros y
de las represalias posteriores, el 10 de agosto de 1812 denunció a una partida
que, mandada por el coronel Gayán había llegado a la zona, por lo que fue
interceptada en Gallur. Gayán, al percatarse de lo ocurrido regresó a Borja y
se llevó preso a D. Fernando Gil que, por lo tanto, sólo desempeñó su cargo
durante dos meses.
El 22 de junio de 1900
nació en Borja el torero Luis Sanmartín
Belío, hijo de Inocencio Sanmartín y de Venancia Belío. Fue el diestro que
mayor nivel alcanzó dentro de la reducida aportación que nuestra ciudad ha dado
al mundo de los toros. Inició su carrera a los 16 años participando en capeas
que se celebraban en las localidades próximas y, con 18 años, debutó como
novillero en Zaragoza. Tenía facultades, aunque no le acompañó la suerte.
Cuando comenzaba a triunfar resultó gravemente cogido, el 24 de noviembre de
1920, en la plaza de Vic. Poco después fue llamado a filas y no pudo volver a
torear hasta que se licenció en 1923. Lo hizo, con cierta regularidad, a partir
de entonces. En la Feria de Septiembre de 1923 obtuvo un gran triunfo, algo que
no era fácil pues en aquellos momentos nuestra ciudad contaba con una plaza
estable y una afición exigente. Toreó aquí en otras ocasiones, a veces con
escasa fortuna y así lo resaltaban los medios de información locales. Su
carrera parecía seguir un curso ascendente cuando, de nuevo, fue llamado a
filas a consecuencia de la guerra de África. Era el año 1924 y allí estuvo
hasta 1926, y a la vuelta pudo torear algunas corridas hasta que, en 1927,
sufrió una cogida en la plaza de Barcelona. Desencantado, se retiró del toreo y
se instaló en Zaragoza como panadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario