La
imagen de San Pedro volvió ayer a la hornacina situada en la costera que,
popularmente, lleva su nombre, aunque oficialmente se llama calle de Mateo
Sánchez. Iluminada, sobre un paño blanco y con ofrenda floral incluida, pudo
contemplarse durante una hora, en el día de su fiesta, merced a la iniciativa
del M. I. Ayuntamiento.
Ante
ella se congregaron personas que recordaban épocas pasadas en las que esta zona
celebraba, de manera especial, este día. Algunas de ellas tuvieron la oportunidad
de conocer las obras de pavimentación efectuadas recientemente, dentro del
proceso de rehabilitación de este sector del casco antiguo, sumamente degradado
como consecuencia de la despoblación a que se ha visto sometido en los últimos
tiempos.
Desde
primeras horas de la mañana había sido dispuesta en la plaza del Mercado, muy
próxima a la calle antes citada, la hoguera que se encendió puntualmente a la
hora señalada. Se trataba de la misma que no pudo prenderse en la víspera de
San Juan, debido al viento reinante. Ayer, aunque cayeron unas gotas de agua,
pudo hacerse y hasta apetecía el calor que desprendía.
En los
porches, se dispuso una mesa, donde el propio Sr. Alcalde distribuyó unos
aperitivos, acompañados con vino de la tierra, a todas las personas que se
reunieron en la plaza.
Se
mantenía viva así otra tradición local, dentro de esa larga secuencia que
jalona todas las fiestas que se suceden a lo largo del año y que, en nuestro
caso, tendrá su continuidad en las del barrio del Carmen, dentro de unos días.
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