Durante
la Guerra de Sucesión, Borja se decantó fervientemente por el bando borbónico,
lo que tuvo como consecuencia el sitio al que fue sometida por las tropas
austracistas que bombardearon la ciudad el 7 de octubre de 1706 y la asaltaron
al día siguiente, provocando numerosos muertos en el transcurso del ataque y posterior
saqueo. De aquella defensa que, posteriormente, mereció el reconocimiento de
Felipe V que, entre otros privilegios, concedió a nuestra ciudad los títulos de
Ilustre y Fidelísima, un león y la flor de lis, para que añadiera a sus armas,
junto con la leyenda “Saqueada por ser siempre fidelísima”, ha quedado en la
torre del reloj de la colegiata la huella de un impacto de cañón.
Con
motivo del III Centenario del asalto, el Centro de Estudios Borjanos dedicó una
lápida conmemorativa a los defensores del convento de capuchinos que fue el primer
reducto atacado y, asimismo, se rezó un responso por ellos en Santa María.
Ahora,
D. David Cabrejas Sanmartín está realizando su trabajo de fin del Grado en
Historia sobre la Guerra de Sucesión en nuestra comarca, lo que ha permitido
conocer nuevos detalles que, hasta el presente, ignorábamos.
Entre
ellos, el que junto a las fuerzas movilizadas en Zaragoza, entre sus gremios,
que llegaron mandadas por el conde de Sástago, se encontraba otras unidades
como el Regimiento Real, a cuyo frente se encontraba el coronel D. Antonio de
Paguera y Aymerich, nacido en Barcelona. Fue él quien capturó la bandera
coronela del regimiento creado en Borja, para su defensa, que mandaba D. Juan
Antonio Mañas, como coronel y D. Juan San Gil y del Arco, como teniente
coronel.
No
sabemos cómo era esa bandera. La que reproducimos es la del Regimiento de
Cariñena durante la Guerra de la Independencia (un siglo después) y, de hecho
su diseño fue regulado en 1728. En la época del asalto a Borja se había
establecido que la bandera coronela llevara en lo alto dos divisas de tafetán,
una blanca y otra roja “por la uniformidad de estos colores que yo he mandado
traer a mis tropas por su unión con las auxiliares del Rey, mi abuelo”, como
indicaba Felipe V.
Lo
cierto es que la bandera coronela de Borja, capturada por el coronel D. Antonio
de Paguera, fue llevada como trofeo, por éste, al Santuario de la Virgen de
Foix, patrona del Penedés. También depositó allí otra bandera capturada el 10
de noviembre de 1706 por D. Francisco José de Llar que, con algunos fusileros
catalanes, hizo frente a una fuerza muy superior cuando regresaba a Borja, tras
una patrulla de reconocimiento por tierras de Ólvega.
El
Santuario de la Virgen de Foix se encuentra en Torrelles de Foix, muy cerca de
Vilafranca del Penedés y tiene un origen románico, habiendo sufrido diversos
avatares en el transcurso de la Historia.
Allí
se veneraba a la Patrona del Penedés, como hemos indicado. La bella imagen
medieval fue quemada durante la Guerra Civil y la que aparece en esta imagen es
una reproducción moderna de la misma. No sabemos cuál fue el destino de nuestra
bandera, pero al menos sabemos que, durante un tiempo, estuvo en ese lugar.
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