El 20 de noviembre de 1590
fue bautizado en la parroquia de San Miguel de Borja D. Jaime Jordán Aguilar que había nacido ese mismo día. Era hijo de
D. Miguel Jordán y de Dª Luisa Aguilar, pertenecientes a dos de las familias
más ilustres de la ciudad. Fue uno de los implicados en el asesinato, el 15 de
septiembre de 1615, de D. Diego de Vera y Torrellas en la plaza del Mercado. Aunque
el autor material del crimen fue Francisco San Gil, tomó parte en la conjura,
junto con su hermano Agustín, que fue uno de los que más se distinguieron en el
ataque perpetrado contra el joven señor de Majones. Por su participación en el
crimen fue condenado a destierro perpetuo, pero veinte años después de los hechos
fue perdonado por Dª. María de Vera y Torrellas, hermana de la víctima, y pudo
regresar a Borja, siendo elegido Justicia en 1639, cargo que volvió a ocupar en
1650. Ese perdón al que hemos hecho referencia, de la hermana y no de la madre,
pudo dar origen a la leyenda relacionada con este crimen que conmocionó a la
ciudad y que pudimos demostrar que no era cierta.
El 20 de noviembre de 1631
fue bautizado en la parroquia de Santa María de Borja D. Mateo Sánchez Tarín. Era hijo de Dª. Mateo Sánchez y de Dª.
María Tarín. Fue Justicia de Borja en 1694 y, probablemente, le fue dedicada la
calle, también conocida como “costera de San Pedro” que, en su origen formaba
parte de la judería. Sin embargo, cuando nació hacía ya mucho tiempo que sus
moradores habían sido expulsados, por lo que la familia pudo tener en ella su
residencia, aunque hasta el momento este dato no ha podido ser comprobado y
tampoco hemos encontrado otro personaje con ese nombre que mereciera el honor
de ser recordado en el callejero borjano.
El 20 de noviembre de 1673
fue bautizado en la parroquia de San Miguel de Borja D. Francisco Pradilla y Ayerbe. Era hijo de D. Martín Pradilla y de
Dª. Inés Ana Ayerbe. Siendo muy joven
pasó al otro lado del Atlántico, estableciéndose en el Nuevo Reino de Granada,
en el actual departamento de Santander y, en concreto en las localidades de
Guane y San Gil. Es dudoso que, en aquellos momentos, tuviera el empleo de
capitán por lo que parece razonable suponer que lo fuera de Milicias. En
cualquier caso, su carrera debió comenzar como contador pues, en el Archivo General de Indias, hemos
encontrado un documento sobre las cuentas tomadas a los corregidores y alcaldes
de la ciudad de Vélez y la villa de San Gil, entre 1684 y 1748, por diversos
contadores entre los que aparece Francisco Pradilla y Ayerbe. Al frente de la
villa de Santa Cruz de San Gil se encontraba el que sería su suegro. Porque, en
1718, contrajo matrimonio con Dª Bárbara de la Parra y Cano, hija de D. Antonio
Tomás de la Parra y de Dª Margarita Amaya de Rueda Rosales. El padre era uno de
los fundadores de la ciudad de San Gil y el más importante encomendero,
mientras que su esposa también pertenecía a otra de las destacadas familias de
la zona. De esta unión nacieron, al parecer 12 hijos, de los que conocemos el
nombre y año de nacimiento de 11: Isabel (1719), Martín (1720) al que algunos
afirman que fue sacerdote, Margarita Justa (1721), Bárbara (1723), Francisca
(1725), Miguel Vicente (1727), Feliciana (1728), José Agustín (1729) que al
parecer también fue sacerdote, Joaquina (1730), Juana Antonia (1732) y Manuela
(1740). Es evidente que este matrimonio mejoró su condición social y, de hecho,
llegó a ser Procurador y Alcalde de la villa de San Gil.
Desde esa localidad
llevó a cabo la fundación de la villa de Barichara. En aquellos momentos, el
capitán Francisco de Pradilla era todavía soltero y prestaba apoyo a los
habitantes del lugar, llegando a instruir a los niños en las primeras letras. En
los primeros días de agosto de 1742 se procedió a la parcelación del lugar y al
señalamiento de los espacios destinados a Iglesia, sede del concejo, casa del
cura y plaza principal. Falleció el 22 de agosto de 1748.
Por
iniciativa de la Ruta Quetzal, en agosto de 2015 se procedió a inaugurar un
monumento en su honor en esa hermosa localidad colombiana que había fundado. En
el acto estuvieron presentes el Alcalde de Barichara Iván López Vesga; el
Embajador de España Excmo. Sr. D. Ramón Gandarias Alonso de Celis; el que fuera
Presidente de la República de Colombia Excmo. Sr. Belisario Betancur Cuartas; y
el Subdirector de la Ruta Quetzal-BBVA D. Andrés Ciudad Ruiz. Lamentablemente
no hubo ninguna representación de la ciudad de Borja.
También
estaba previsto que otro busto similar fuera instalado en la plaza de San
Francisco y aunque el pedestal preparado para el mismo llegó a ser construido,
no llegó a colocarse, aunque el busto de D. Francisco de Pradilla espera el
reconocimiento de su ciudad natal en el convento de Santa Clara.
El 20
de noviembre de 1765 nació en Mallén fray
Mateo del Busto Paños. Era hijo de José del Busto y de María Josefa Paños.
Profesó como religiosos en la Orden de Mínimos, llegando a ser Prelado del
convento de Nuestra Señora de la Victoria de la capital aragonesa, hoy
transformado en Museo del Fuego. Allí se encontraba en 1808, distinguiéndose de
manera especial en el transcurso de los Sitios, muriendo como consecuencia de
un impacto de bala cuando asistía a los heridos en los combates, como relató D.
Benito Pérez Galdós en el capítulo XXIV de la obra dedicada a Zaragoza en sus “Episodios
Nacionales.
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