viernes, 17 de noviembre de 2017

Nuevo impulso a Aragón Sefarad


         Ayer visitó nuestra ciudad D. José Ángel Guimera Maurel, Presidente del Centro de Estudios del Bajo Martín y uno de los integrantes del equipo que, por encargo de la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, pretende impulsar el proyecto “Aragón Sefarad” que integra a todas las juderías aragonesas, entre ellas la de Borja.

         Tras unos años de inactividad esta interesante iniciativa ha cobrado fuerza bajo la dirección científica del Prof. D. Miguel Ángel Motis Dolader, buen conocedor de nuestra historia dado que ha publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos documentados trabajos sobre los judíos de Borja y Magallón.




         El objetivo de la visita era recopilar material gráfico sobre los testimonios de esa época. En primer lugar, se entrevistó con el Sr. Alcalde D. Eduardo Arilla Pablo que en la entrevista concedida manifestó su apoyo al proyecto y asimismo expuso las obras que la corporación municipal va a realizar para potenciar la zona de la judería. También mostró alguno de los importantes documentos que se conservan en el Archivo Histórico Municipal, entre los que destaca un pergamino, datado a finales del siglo XIV, que en bella caligrafía cuadrática sefardí transcribe un fragmento del capítulo 14 del Levítico, uno de los libros que forman parte de la Torah, utilizada por la comunidad judía borjana y que había sido reutilizado como cubierta del Libro Lucero de la ciudad. El pergamino fue restaurado por la Escuela-Taller “Bartolomé Bermejo” dentro del proyecto “Aragón. Espacio Sefarad” que entonces puso en marcha la Diputación Provincial de Zaragoza.




         Posteriormente, se grabaron varias secuencias de los restos conservados de las casas colgantes del Cinto que era el lugar donde se ubicaba la judería, a la que se accedía por la actual calle de Mateo Sánchez, cuyo pavimento ha sido recientemente restaurado.



         Especial atención mereció la calle de Trévedes por tratarse de un peculiar ejemplo del urbanismo de la época, dado que su función era la de separar las viviendas de los judíos de las de los cristianos. Esta imagen sirvió como portada de la Guía del Aragón Judío editada por el Gobierno de Aragón. Ahora, según comentó el Sr. Alcalde se va proceder a su rehabilitación, dotándola de un nuevo pavimento y recuperando el acceso a la misma.



         La calle Mateo Sánchez, también conocido como “costera de San Pedro” desemboca en la de la Portaza, cuyo nombre alude a la “puerta del Cierzo” que era la única entrada al Cinto o alcazaba de origen musulmán cuyo baluarte central lo constituía lo que hoy conocemos como castillo.



         En el interior del Cinto residían los judíos, bajo la protección de los monarcas, a cambio de la obligación de mantener y cuidar las murallas y fortificaciones. De ahí que se efectuaran tomas de los restos conservados de la muralla califal que rodea el recinto, así como del lienzo adosado al castillo.




         La posibilidad de encontrar restos arqueológicos en esta zona es muy grande. Allí apareció la inscripción hebraica que se exhibe en el Museo Arqueológico y se tienen noticias documentales sobre el emplazamiento de la cisterna que había en ese lugar e indicios de la ubicación de la sinagoga. De hecho, las dos columnas de piedra superpuestas que pueden verse embutidas en uno de los edificios de esa zona plantean numerosos interrogantes que merecen ser despejados con un minucioso estudio, complementado con las necesarias excavaciones en los espacios disponibles.



         Si se consiguiera recuperar, el Cinto tiene un gran potencial turístico, tanto por los hallazgos que allí pueden producirse como por las magníficas vistas que desde allí se contemplan, entre las que destacan el conjunto de bodegas en cerro de Saliente y Poniente.




         En el Museo Arqueológico fueron grabados detalles de la inscripción antes comentada, declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés y uno de los escasos ejemplos existente en nuestra comunidad de inscripciones hebraicas. No pudo filmarse el interior del Museo de la Colegiata, cuya colección de tablas procedentes del antiguo retablo mayor fueron realizadas por dos artistas judíos y, por lo tanto, ofrecen datos de enorme interés sobre esa cultura, que ya sorprendieron a personalidades tan destacadas como la Directora del Museo Judío de Nueva York cuando las conoció hace algunos años.



         La jornada finalizó en el Centro de Estudios Borjanos donde su Presidente expresó el total apoyo de nuestra entidad a un proyecto cuyo nuevo impulso puede redundar en beneficio de todas las localidades implicadas y de manera especial de nuestra ciudad, donde el legado judío conserva testimonios de gran valor que pueden servir para potenciar su oferta turística, uniéndose a otras iniciativas que en los últimos tiempos han encontrado gran acogida.

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