Contemplando la imagen de esta postal se puede intuir el estado de ruina total en la que se encontraba el castillo de Sigüenza y, en aquellos momentos, nada hacía suponer que, en muy poco tiempo, se convertiría en uno de los más espectaculares paradores de Turismo.
El
castillo fue la residencia de los obispos de Sigüenza desde el siglo XII al
XIX, aunque no faltaron etapas en los que les fue arrebatado. En 1355, Pedro I
el Cruel se apoderó de la fortaleza, encerrando en ella a su esposa la reina
Dª. Blanca de Borbón.
Todavía
se conserva la estancia en la que fue confinada. Una gran placa de azulejos
recuerda la desdichada historia de esta reina castellana que terminó siendo
asesinada.
La
guerra de la Independencia y, sobre todo, la Guerra Civil ocasionaron la ruina
completa del castillo que presentaba este deplorable aspecto cuando se decidió
su transformación en parador, aunque se habían mantenido en aceptable estado de
conservación algunos restos significativos como la entrada principal con sus
torres, la capilla , la habitación de Dª. Blanca y el Salón del Trono.
Las
obras de adaptación se llevaron a cabo entre 1972 y 1976, bajo la dirección del
arquitecto D. José Luis Picardo que, prácticamente, lo rehízo por completo a
partir de las trazas originales.
Una
de las medidas más controvertidas fue el recrecimiento de sus muros con el
objetivo de aumentar la capacidad de alojamiento del parador.
Como
solemos hacer en estos casos, ofrecemos algunas imágenes tomadas de Internet en
las que se muestra algunas de sus estancias con la clásica decoración “estilo
Parador”, característica de este tipo de establecimientos.
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