sábado, 4 de junio de 2022

El Ebro a su paso por Novillas

 

         La historia de Novillas está vinculada al río Ebro. Allí es, como recuerda el cartel, donde “se hace aragonés”. Pero la razón de ser de la localidad fue, desde sus orígenes la de garantizar el paso del río por ese punto, bien vadeándolo en épocas de estiaje o por medio de una barca-pontón que, desde la Edad Media, era propiedad de la encomienda hospitalaria que allí tenía su sede.



         La última barca desapareció en 1981, como indica otro cartel colocado sobre alguno de sus restos. Con ella finalizó una historia secular y multitud de recuerdos asociados a este medio de transporte que se repetía en otros puntos más abajo del río.


         El cruce del río se vio facilitado por la construcción del puente “San Jorge”, inaugurado por el Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza D. Gaspar Castellano Gastón el 20 de julio de 1982.



         Junto a él quedan las huellas de la calzada que conducía a la antigua barca y, al otro lado, los soportes de la sirga (no visibles en estas fotos).




         Desde el puente se contemplan estas hermosas perspectivas del río, tomadas en días pasados del mes de mayo, cuando presentaban un aspecto tranquilo y muy diferente al que ofrece en las grandes crecidas.


         Porque su vecindad al río, constituye para Novillas un grave problema ya que, periódicamente, sus tierras de labor se ven inundadas y las aguas llegan en ocasiones al propio casco urbano. En este “monumento” situado junto a la estación de aforos aparecen señaladas las más importantes crecidas y las alturas que alcanzaron las aguas (falta la última que igualó o superó la mayor de las registradas).



         Para paliarlas y contener, dentro de lo posible, las aguas, se han creado una serie de motas, aunque los agricultores vienen clamando por la limpieza del cauce ya que, la repetición de las inundaciones les aboca a una “ruina total”, según el cartel allí colocado.




         En circunstancias normales se puede disfrutar del recorrido por ese “Camino Natural del Ebro”, perfectamente señalizado que discurre junto al cauce con perspectivas tan hermosas con la que ofrece esta última fotografía.









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