Ayer, al dar noticia del descubrimiento en Pozuelo de Aragón de la caja de un antiguo reloj medieval, oculta bajo un lienzo de San Antón, formulamos la hipótesis de que las armas del abad que aparecen representadas en ella, pudieran ser las de Sancho de Marcilla, teniendo en cuenta su parentesco con los Luna, aunque ya se señalaba que el P. Gregorio Argaiz afirmaba que sus armas eran “tres barras coloradas”.
Este abad, como se indicaba en el artículo, se encuentra enterrado en la Sala Capitular del monasterio de Veruela, bajo un arcosolio.
Nuestra aventurada hipótesis ha sido rebatida, con contundencia, por nuestra amiga Encarna Ripollés, de la empresa Albarium S. L., que nos ha remitido la foto de algunas de las laudas sepulcrales que están en el suelo de la citada sala capitular.
En una de ellas aparecen las mismas armas que figuran en el reloj, por lo que es imposible que correspondan a las del abad Sancho de Marcilla, el cual no puede estar enterrado en dos lugares, a la vez.
Por lo tanto, no era correcta nuestra suposición que debemos desechar y, para no volver a incurrir en nuevos errores, evitaremos pronunciarnos sobre el abad al que corresponden.
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