Una
de las misiones fundamentales de nuestro Centro ha venido siendo,
tradicionalmente, el estudio, investigación y difusión del Patrimonio Cultural
de los distintos municipios de su área de influencia. De ahí que hayamos
considerado oportuno, ahora, el publicar una serie de artículos dedicados a los
monumentos más destacados que existen en cada uno de ellos, con el objeto de
que sean conocidos por nuestros lectores, estimulando al mismo tiempo la visita
a los mismos.
Irán
apareciendo por el orden alfabético correspondientes a las distintas
localidades, por lo que el primero de ellos está dedicado a Agón. Lógicamente,
no podrán ser excesivamente exhaustivos, por lo que los interesados deberán
consultar otras publicaciones, entre ellas las que hemos dedicado al Patrimonio
Artístico Religiosos de algunos de ellos. No obstante, tenemos la intención de
editar, cuando sea posible, una obra que reúna lo más significativo de los
mismos.
Por
lo que respecta a Agón, objeto de esta entrega, debemos señalar, en primer
lugar la iglesia parroquial de Nuestra
Señora de los Ángeles. Se trata de un edificio de una sola nave con ábside
poligonal de cinco lados y contrafuertes al exterior. La cabecera y los dos
tramos de la nave están cubiertos por bóveda de crucería estrellada cuyos
nervios se apoyan en ménsulas situadas en la línea de imposta. Entre dos
contrafuertes de la fachada que da a la plaza, fue edificado posteriormente un
atrio cerrado con portada de ladrillo entre pilastras, friso sencillo y un
frontal curvo.
Destaca
en el conjunto la torre adosada al lado norte de la cabecera que está formada
por dos cuerpos. El inferior, coetáneo a la construcción de la iglesia en la
primera mitad del siglo XVI es mudéjar con una sencilla decoración de fajas de
ladrillo en esquinilla. En el lado que da a la plaza hay dos paños con cruces
formando rombos, cinco abajo y tres arriba. El cuerpo superior fue construido,
probablemente, en la segunda mitad del siglo XVII, de estilo barroco. Tiene
planta octogonal y contrafuertes en sus ángulos. La torre fue declarada “Bien
Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés” por Orden de 4 de julio de 2002,
formando parte del llamado “Aragón Mudéjar”.
Otro
edificio de singular importancia, a pesar del lamentable estado en que se
encuentra es la ermita de Nuestra Señora
de Gañarul, también declarada “Bien Catalogado del Patrimonio Cultural
Aragonés” al mismo tiempo que el anterior y que, asimismo, forma parte del
conjunto de monumentos que integran el conocido como “Aragón Mudéjar”.
Es un edificio de pequeñas dimensiones que
está situado en el despoblado de Gañarul, en la actualidad perteneciente al
término municipal de Agón. Consta de una sola nave con cabecera recta y tres
tramos cubiertos con bóveda de crucería sencilla. Edificada en la primera mitad
del siglo XIV, ha sufrido diversas modificaciones en épocas posteriores. Construida
en ladrillo, de la fábrica original se conserva en el exterior, la decoración constituida
por un friso de ladrillos dispuestos en zig-zag, entre dos fajas de
esquinillas. En el muro norte se aprecia otra decoración con arcos mixtilíneos
que, probablemente fue efectuada en el siglo XVI.
En la actualidad, la
bella imagen titular de la ermita se venera en una capilla que, para acogerla,
fue construida recientemente en la iglesia parroquial.
Otro edificio a
destacar es el antiguo castillo que fue configurándose en torno a un primitivo
torreón rectangular de unos 12 x 6 metros que se conserva en la actualidad Bordejé lo dató en época romana, aunque
probablemente fue construido, como otros varios existentes en la zona, en época
islámica.
Este
castillo fue protagonista de un destacado episodio de la historia aragonesa, en
1466. En aquellos momentos era señor del lugar Jaime de Cerdán, hijo de Juan
Ximénez de Cerdán, señor de Pinseque que lo había adquirido, tras el despojo de
los bienes de la familia de los Luna.
Siendo
jurado de Zaragoza, D. Pedro de la Caballería mandó derribar las casas de Juan
Ximénez de Cerdan, en castigo por haber mandado ejecutar a un vecino de
Villanueva de Gállego que estaba haciendo leña en un monte propiedad de los
Cerdán. En 1466, fue asesinado Pedro de la Caballería y todos los indicios apuntaban
a los Cerdán. El revuelo que se originó en Zaragoza fue enorme y el concejo,
haciendo uso de sus privilegios forales decidió actuar. Un ejército integrado
por trescientos caballeros y 4.000 infantes llegó a Agón, con la bandera de la
ciudad al frente, para castigar a Jaime de Cerdán que se había refugiado allí.
Los zaragozanos prendieron fuego a la localidad, pero no pudieron rendir el
castillo en cuya torre se había hecho fuerte el perseguido. La mediación del
arzobispo de Zaragoza logró calmar los ánimos.
Del castillo sigue en
pie, como hemos señalado, su torre principal. En ellas son visibles los grandes
sillares de piedra de la parte inferior. El resto ha sido enfoscado con un
tirado de cemento. Por otra parte, adosado al monumento y con sus forjados
empotrados en los sillares, se levantó recientemente un edificio municipal.
También
se conserva un baluarte que se abre al río Huecha, en la zona del parque que,
probablemente, formó parte del recinto del castillo. Construido en mampuesto con
piedra del lugar, tenía como remate una faja de ladrillos aplantillados que aún
se conserva en algunas zonas.
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