Dentro
del término municipal de Magallón, en la partida de La Corona, cerca del pilar
de San Gregorio, se encuentran los restos de este abejar que ha visitado Pedro
Domínguez Barrios.
A
diferencia de todos los que hemos reseñado aquí, tiene unas características
estructurales que lo convierten en un caso singular. Está dividido en dos
estancias longitudinales, separadas por una pared de adobe sobre la que se
apoya la cubierta a dos aguas, con la cumbrera sobre dicha medianera. En el
croquis realizado por Pedro se aprecia muy bien este aspecto que señalamos.
Franqueando
la puerta, situada en el lado este, se accedía a la primera estancia, ya
hundida, en la que se encontraba la chimenea, a la izquierda de la misma y en
la esquina opuesta esa característica pila, en forma de cuarto de círculo,
presente en muchos abejares.
A
través de una puerta, situada en el extremo del muro central, se accedía a la
zona donde se encontraban las colmenas, 16 en total. Esta estancia contaba con
dos pequeñas ventanas en cada testero y una alacena con espacio de trabajo
enfrente.
Entre
los grafitos que existen en los muros, llama la atención uno que se encuentra
en la primera zona, inciso en el revoque de yeso, en cuya cuarta fila aún se
aprecia la palabra “año” y los dos últimos números “23”.
Quede
aquí constancia de otro abejar de nuestro entorno que, en este caso, se
encuentra evidentemente en “fase terminal”.
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