lunes, 16 de junio de 2014

Dos retratos de Dionisio Fierros en Borja


            Continuando nuestros comentarios sobre el contenido del último número de Cuadernos de Estudios Borjanos, debemos hacer referencia al artículo de D. Diego Rodríguez Paz sobre dos obras conservadas en nuestra ciudad del pintor asturiano Domingo Fierros Álvarez.
            En primer lugar, es preciso señalar que el autor del trabajo está realizando su tesis doctoral sobre el citado pintor y que se desplazó hasta Borja para conocer el retrato de la reina Isabel II que se encuentra en el Salón de Reyes de la Casa Consistorial, del que se sabía que era una obra de Fierros. Fue durante su visita a nuestra ciudad cuando tuvo conocimiento de la existencia de otro retrato, el del general D. Romualdo Nogués y Milagro, que conserva la familia Ojeda, lo que representó una auténtica sorpresa y, a petición nuestra, elaboró el artículo que estamos comentando.
            Domingo Fierros había nacido en Ballota (Cudillero, Asturias) en 1827. Formado como pintor junto a José Madrazo y su hijo Federico, llegó a alcanzar un indudable renombre, obteniendo una medalla de primera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1860. Entre sus cerca de 500 obras catalogadas, la mayoría de ellas son retratos. No es de extrañar, por lo tanto, que las conservadas en Borja correspondan a este género.
            En el artículo, se aportan datos muy interesantes procedentes de la documentación conservada en el Archivo Histórico Municipal de Borja, sobre el encargo realizado, en 1859, por el ayuntamiento borjano de un retrato de la entonces reina de España. En él intervino D. Juan Salvador Herrando Sancho, un destacado personaje de la época que llegó a ser Diputado por la circunscripción de Zaragoza-Borja en varias legislaturas, favoreciendo a nuestra ciudad en diversas circunstancias.

            Como intermediario actuó D. Fernando Vallarín quien, tras barajar diversas posibilidades, propuso el nombre de Fierros como el pintor más adecuado para la obra que deseaba el ayuntamiento. El precio estipulado fue de 4.068 reales de vellón, en el que estaba incluido el porte. Fue entregado en la fecha prevista, siendo del agrado de los comitentes, adecuándose al prototipo definido por Madrazo en el retrato de la reina efectuado por encargo del Banco de España en 1846, aunque en este caso Fierros adaptó sus facciones, debido a los años transcurridos.




           El retrato del general Nogués es de fecha posterior. Junto con la dedicatoria del autor aparece la de 1882, aunque sobre ella se escribió posteriormente la de 1890. Diego Rodríguez sugiere la posibilidad de que esta segunda fecha corresponda a una modificación introducida por el propio Fierros. Probablemente se hizo siendo coronel y se retocó al ascender a general, para adaptarlo al nuevo empleo de este ilustre borjano.
            El artículo concluye destacando el interés de estas obras, debidas a un pintor ajeno a nuestro ámbito y del que, por diversas circunstancias, entraron a formar parte del Patrimonio Cultural de nuestra ciudad.

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