Este paraje, situado
entre las particas del Abejar y Caña las Peñas de Magallón, no nos resulta
desconocido a los lectores del blog, ya que hicimos referencia al mismo al
tratar del tamariz allí existente que, por cierto, presenta signos de sequía.
Pero, ahora, Pedro Domínguez vuelve a él, ya que en ese lugar hay una casa de
cierta entidad, para estar aislada en el monte, y un curioso pozo que constituye
el objeto de este artículo.
El pozo llama la
atención por varios motivos. En primer lugar, la forma en la que fue excavado no
es circular, como suele ser habitual, sino rectangular, con sus lados cortos en
semicírculo. Trasdosado enteramente con mampostería, su fondo hoy seco tiene
dos niveles, es decir forma una grada, pudiendo así crear dos láminas de agua
según la cantidad de ésta.
En la boca del pozo se
conservan los muros de la caseta que protegía la polea. Pero lo más
sorprendente es que tiene otro acceso al fondo en rampa de considerable
pendiente, cuya misión no puede ser otra que acercarse con vehículo a la lámina
de agua para extraerla.
En este caso, la rampa de acceso parece moderna,
ya que está cubierta con un forjado de viguetas de hormigón, sobre muros del mismo
material, aunque es curioso el hueco de acceso al pozo al final de la rampa, de
muy poca luz, como se aprecia a la izquierda de la foto.
No se trata de un caso
único, pues en el blog ya se publicó el pozo de Victoriano, y el abejar con
pozo dentro de Alberite de San Juan. Por otra parte, podemos ofrecer este otro
ejemplo que se encuentra en la partida de Valpodrida, también en Magallón.
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