Al
hacer referencia a la visita efectuada por D. Juan Carlos de Borbón a nuestra
ciudad, nos comprometimos a dar noticia de otros monarcas que lo hicieron
anteriormente. Hoy comenzaremos con lo acaecido el 7 de septiembre de 1190, una
histórica jornada en la que se dieron cita aquí nada menos que dos reyes y
otros dos futuros monarcas.
Alfonso II "El Casto" de Aragón |
Uno
de ellos era Alfonso II “el Casto” de Aragón, hijo de la reina Dª Petronila y
del conde Ramón Berenguer IV, que reinó entre 1164 y 1196. En unos momentos en
los que las fronteras de los reinos peninsulares no estaban completamente
definidas, el monarca aragonés había alcanzado un acuerdo con el rey Alfonso
VIII de Castilla para repartirse Navarra, aunque los resultados del mismo no
fueron satisfactorios, por lo que se produjo un distanciamiento entre ambos,
decidiendo entonces hacer causa común con el rey de Navarra frente a Castilla.
Sancho VI "El Sabio" de Navarra |
Por
ese motivo, llegó a Borja Sancho VI de Navarra “El Sabio”, que también estaba
descontento con el castellano, con quien había suscrito un tratado de paz, a
pesar de lo cual le había tomado varias plazas.
Pedro II "El Católico" de Aragón |
Sancho VII "El Fuerte" de Navarra |
Ambos
reyes vinieron acompañados por sus respectivos hijos y herederos, el infante D.
Pedro de Aragón, que reinaría con el nombre de Pedro II “El Católico” de
Aragón, a partir de 1196 (muriendo en la batalla de Muret en 1213) y el infante
D. Sancho de Navarra que sucedió a su padre en 1194, reinando con el nombre de
Sancho VII de Navarra “El Fuerte”.
Para
asegurar el pacto alcanzado en nuestra ciudad acordaron entregar, cada uno de
ellos, cinco castillos a Fernando Ruiz de Azagra, siendo el de Borja uno de los
aragoneses. Los Ruiz de Azagra eran de origen navarro y señores de Albarracín,
un peculiar caso ya que, durante un largo período de tiempo, fue un señorío
independiente con obispado propio. Sin embargo, Fernando Ruiz de Azagra gozaba
también de la confianza del monarca aragonés que le hizo merced de numerosos
señoríos.
La
entrega del castillo no modificó la situación de la población de Borja, de la
que siguió siendo señor, como tenente de honor, D. Blasco de Maza, el cual lo
era desde la muerte de la madre de D. Pedro de Atarés, Dª Teresa Caxal, y la
mantuvo en su poder hasta que Pedro III, la entregó a D. Íñigo Martínez de Subiza,
el último de los tenentes, pues hacia 1205, el mismo monarca la agregó a la
Corona.
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