Durante
nuestra reciente estancia en Málaga coincidimos con una campaña de promoción
del Turismo, por parte del Gobierno de Aragón, que tenía su expresión en una
caseta instalada en uno de los más céntricos paseos de la ciudad, junto con
unos paneles con fotografías, situados junto a ella y unas llamativas letras “A”.
Montañas,
algunos monumentos (pocos), mucha bicicleta, senderismo, copas, y hasta
deportes “náuticos”, eran los temas predominantes en los carteles, dentro de
esa tendencia que parece haberse instalado de primar el turismo de Naturaleza,
en detrimento del turismo cultural que, por otra parte era el tema que nos
había congregado en Málaga.
De
ahí, que los expertos asistentes al mismo analizaran con interés el
planteamiento de esta campaña, comentándonos que Aragón debe incidir en su
oferta cultural, dentro de la cual cuenta con un amplio conjunto de recursos y
centrar los otros ámbitos en aquellos aspectos que le otorgan cierta
singularidad, como la montaña y el turismo de invierno, porque ofrecer piraguas
en el Ebro, en una ciudad abierta al mar, no parece lo más atractivo para
canalizar un turismo interior con gran potencial. En cualquier caso, se trata
de una opinión y, por lo tanto susceptible de debate.
Pero,
por nuestra parte, lo que sí pudimos constatar que en los folletos que se
distribuían entre las personas interesadas, las referencias a Borja eran
mínimas. Ayer ya comentamos que apenas se incluía un corto párrafo, dentro de
las varias páginas dedicadas al Moncayo y sus alrededores, con el agravante de
que algunas informaciones era inadecuadas y la ausencia total de datos tan
importantes como el hecho de que nuestra ciudad cuente con tres museos
abiertos.
Málaga
se promociona como “ciudad de museos” y, en cierta medida, Borja también lo es.
De nada sirve que participemos en congresos resaltando este potencial, si desde
el propio Gobierno de Aragón, se oculta esa realidad, a pesar de que, como han
comentado en ocasiones la máxima autoridad en la materia de nuestra comunidad,
Borja se ha consolidado como uno de los destinos que viene atrayendo mayor
número de visitantes, aunque sea por causas circunstanciales.
Pero,
para conseguir mayor atención, también debemos prestársela nosotros y, en este sentido,
durante una reciente visita efectuada a nuestra ciudad por un grupo de
destacadas personalidades, nos comentaron que la información que buscan cuando
llegan a un lugar no es la que se les facilita en folletos como el que ahora se
entrega, con referencias genéricas a la Gastronomía, el paisaje o los deportes.
Quieren saber lo que pueden visitar, sus monumentos, sus museos y los horarios
de acceso a los mismos.
Bienvenidos
sean, por lo tanto, los esfuerzos que dediquemos a deportes más o menos atractivos,
aunque luego los resultados no respondan a las expectativas, como se ha
demostrado; pero no olvidemos el Turismo Cultural que, como se puso de manifiesto
en el Congreso constituye un elemento dinamizador de muchas zonas de interior
que todavía no están masificadas.
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