Aunque
por la tarde el cielo se cubrió de nubes, el día amaneció ayer claro y soleado,
lo que nos permitió disfrutar de una luminosa mañana en Pozuelo de Aragón, que
ayer celebró su Fiesta Medieval y su recreación histórica, en medio de gran
animación y un ambiente extraordinario.
En compañía de su
Alcalde D. José Jerónimo Gracia Martínez recorrimos los distintos puestos de la
feria, en algunos de los cuales se recreaban oficios tradicionales, como el de
cardar lana, elaboración de adobas y otros varios relacionados con la
confección de encajes y otras labores.
Pudimos
probar las tradicionales farinetas con sirope y las características bolas de
Pozuelo que acababan de ser elaboradas en un caldero, junto al pilar de San
Antón.
Un
cordero estaba dispuesto para ser asado y también se ofertaban distintas
variedades de pan y tortas preparadas allí mismo.
Otros
muchos puestos se encontraban distribuidos por calles y plazas y también
pudimos ver a un halconero, a cuyas aves se acercaban sin temor los paseantes.
El Sr.
Alcalde nos llevó a visitar las exposiciones instaladas en la Casa
Consistorial, una de pinturas de Antonio López y la otra de manualidades
realizadas con palillos y resultados espectaculares por Salvador Olivera.
Mientras
tanto, el grupo de Utebo ofreció junto a la iglesia parroquial una demostración
de danzas medievales y los gaiteros de Albeta, en esta ocasión con sus nuevos
trajes acompañaban a los gigantes de Magallón, Maleján, Mallén, Novillas y
Luceni, en su recorrido por el casco urbano. Esos son los que se había
anunciado que concurrirían, aunque no pudimos comprobar que estuvieran todos.
Muchas
personas se acercaron al interior de la iglesia parroquial para contemplar esa
maravilla de la tabla que formaba parte de la caja del antiguo reloj del monasterio
de Veruela, donde les explicaban las circunstancias de su hallazgo bajo un
lienzo de San Antón que se muestra al lado.
Pero
uno de los espectáculos que más interés despertó fue el “túnel del tiempo”
instalado en el porche de la Casa de Cultura, una iniciativa introducida este
año, con la colaboración de una serie de niños y jóvenes que iban recreando la
historia de la localidad a los sucesivos grupos de personas que accedían al
interior.
El
recorrido comenzaba con la explicación de los vitrales instalados en el
corredor de acceso, para posteriormente asistir a unas pequeñas recreaciones en la
otra zona del “túnel”.
La
Reconquista de la zona, la fundación de Veruela y el origen del Pozuelo,
dependiente del monasterio eran alguna de las escenas interpretadas por los
jóvenes actores, a través de las cuales se podía seguir a la perfección la
trayectoria histórica del municipio.
Como
complemento, en un local contiguo se proyectaba un cortometraje protagonizado
por un entusiasta grupo de niños del Pozuelo, también referido a la historia de
la localidad. Ante su contenido y la frase final en la que afirmaban que, probablemente, Pozuelo no es el pueblo más grande ni el más bonito, pero es el
nuestro y es el que más nos gusta, por lo que debemos transmitir su historia a
nuestros hijos, a algunos de los asistentes se les escaparon algunas lágrimas.
Si algo
debemos destacar, de una manera especial, en la jornada de ayer, además de las
atenciones que recibimos, fue el sentido participativo que impregnaba el
ambiente y el protagonismo de las personas de menor edad, algo que constituye
el mayor éxito para ese activo grupo de personas que se han desvivido para
hacer realidad la recreación y todo lo que la rodea.
La
mañana finalizó con una comida popular en la que se sirvió un magnífico guiso
de judías que vimos preparar. Por la tarde continuaron los actos, culminando
con la recreación histórica de la entrega de la Carta Puebla, de la que
informaremos mañana, dado que comenzó a las nueve de la noche
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