miércoles, 11 de abril de 2018

Pavimentos romanos en el Museo Arqueológico


         Acaban de ser instalados en el Museo Arqueológico de Borja, dos fragmentos reconstruidos del antiguo pavimento aparecido en las termas romanas de La Gorrona (Albeta).




Fue en el año 2001, mientras D. Miguel Ángel Diarte realizaba trabajos de explanación para la plantación de una viña en ese término, cuando se vio sorprendido por la aparición de lo que parecía ser un antiguo pavimento.

            El responsable de la Sección de Arqueología del Centro de Estudios Borjanos y actual Director del Museo de Zaragoza, D. Isidro Aguilera Aragón, tras visitar la zona, se percató de la importancia del hallazgo, dado que, en ese mismo lugar, había constatado previamente la existencia de una villa altoimperial. Con la colaboración del propietario del terreno y del Ayuntamiento de Albeta, se pudo llevar a cabo una excavación que permitió descubrir unas termas construidas entre el siglo I y II de nuestra era, para su utilización por los habitantes de la villa contigua. Tras las excavaciones y la realización de los correspondientes estudios, las termas volvieron a ser cubiertas, aunque en la actualidad el terreno es titularidad pública, al igual que una parte del emplazamiento de la villa antes citada.




            Sin embargo, quedaron desperdigadas por el entorno un buen número de las piezas cerámicas que formaban parte de los citados pavimentos, una selección de las cuales nos fueron entregadas por D. Jesús Arcega, un excelente colaborador de nuestro Centro, cuyo recuerdo permanece entre nosotros. Con ellos, D. Manuel Giménez Aperte realizó la reconstrucción de los dos tipos documentados en las excavaciones que son los que ahora se han colocado en el museo.



Respecto a este tipo de pavimentos, en febrero de 2016, comentamos en otro artículo de este blog que, en el Museo Arqueológico Nacional, se exponen unas piezas idénticas a las de Albeta, encontradas en el Santuario del Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete).




            En el rótulo correspondiente se señala que pertenecen a la “Cultura ibérica” y, aunque se indica que “fueron utilizadas como pavimento”, lo curioso es que como allí se indica “también se han interpretado como ofrendas”.
         Decíamos entonces que, en nuestro caso, no cabe la menor duda de su utilización para pavimentar, como quedó demostrado en la excavación, por lo que hay que descartar ese supuesto empleo como ofrenda y, si ya existían en época celtibérica, también continuó su uso en época romana, a la que pertenecen las termas a las que estamos haciendo referencia.
         En cualquier caso, el interés de estas piezas, ahora expuestas en el Museo de Borja, viene refrendado por el hecho de que otras similares hayan merecido su exhibición en el Museo Arqueológico Nacional.

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