En la
entradilla que precedía en Facebook al enlace con la noticia relacionada con el
joven investigador D. Francisco Ballesta Alcega, hacíamos referencia a varios ilustres
personajes que, con anterioridad, habían destacado en el estudio de las lenguas
clásicas. Comoquiera que no aparecían citados en el artículo, aquellas personas
que acceden directamente a este blog no han tenido conocimiento de ello, por lo
que nos ha parecido interesante mencionar expresamente esos ilustres
precedentes, todos ellos relacionados con Borja, de una u otra manera.
El más conocido es D.
Ramón María Garriga y Nogués que, aunque nacido en Vic 1 de enero de 1835,
pertenecía a una destacada familia de Borja. Con una profunda formación en
lenguas clásicas, toda su vida estuvo vinculada a la docencia, desde que muy
joven obtuviera la cátedra de Griego en la Universidad de Santiago de
Compostela y, posteriormente, a la de Barcelona, de la que llegó a ser Rector.
Autor de diversas obras de texto, fue un hombre modélico, como persona y como
profesor. Entre las muchas anécdotas que se cuentan relacionadas con él,
destaca que cuando acababa de fallecer su madre, con la que había convivido
muchos años, no dudó en acudir a la facultad a impartir su clase, de donde le
sacó el rector para que estuviera presente en el velatorio. Anteriormente, en
Santiago, ante la gran nevada que había caído sobre la ciudad, sus alumnos le
pidieron que suspendiera la clase, a lo que se opuso, lo cual le provocó una
caída con la consecuencia de una fractura de fémur.
Asiduo
visitante del Santuario de Misericordia, a donde acudía todos los veranos,
escribió una breve historia del mismo e impulsó la celebración de romerías,
como la del 25 de agosto que todavía tiene lugar cada año. Gran amante de la
Virgen, especialmente en su advocación del Carmen, sus restos reposan frente al
altar mayor del Santuario, mercede a un singular privilegio que le fue
concedido y en cuya lápida se hace constar la fecha de su fallecimiento: el 22
de febrero de 1906.
Braulio
Foz suele ser recordado como el autor de la Vida
de Pedro Saputo y por sus actividades políticas, pero al terminar sus estudios
obtuvo la cátedra de Latinidad en la universidad de Huesca y, en 1822, la de
Griego en la de Zaragoza, facultad de la que fue Decano. Entre sus obras, sobre
la materia que nos ocupa, destacan: Arte
latino sencillo, fácil y seguro (1842); Literatura
griega (1849) y Método para enseñar
la lengua griega (1857).
Como
es sabido estaba casado con la borjana Dª. Antonia Nogués y Milagro, hermana
del general Nogués y en nuestra ciudad residió los últimos años de su vida,
falleciendo en su casa de la calle de la Concepción el 20 de abril de 1865, siendo
sepultados sus restos en el cementerio de Borja.
Más
reciente es la figura del gran filósofo D. Juan David García Bacca, cuyos
padres están enterrados en nuestra ciudad y que junto con su ingente producción
sobre temas filosóficos y de Historia de la Ciencia, ocupan un lugar relevante
sus traducciones de autores clásicos, como Platón, Plotino, Euclides,
Jenofonte, Cicerón, Tito Lucrecio Caro, Aristóteles y Homero, entre otros.
Menos conocida es la
figura de D. Segismundo Rodrigo Toledo, nacido en Borja el 3 de mayo de 1844
nació en Borja D. Segismundo Rodrigo Toledo. Era hijo de D. Mariano Rodrigo y
de Dª Felicia Toledo. Cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad
de Zaragoza, ingresando por oposición en el Cuerpo de Catedráticos de
Institutos de Segunda Enseñanza, siendo destinado al Instituto General y Técnico de Albacete, donde tomó posesión de
la plaza de Catedrático de Latín y Castellano el 7 de septiembre de 1876,
ejerciéndola con especial dedicación hasta su jubilación en 1918, siendo
honrado entonces con el título de “Director Honorario vitalicio”. Era
calificado como “un hombre bueno y docto, muy versado en Humanidades, que
echaba de menos que en el instituto no se estudiara lengua griega”. Publicó un
manual de Gramática Latina del que
conservamos un ejemplar en nuestra biblioteca.
En
esta rápida reseña no podemos dejar de mencionar la labor desarrollada por los
profesores del noviciado de la Compañía de Jesús en Veruela, fruto de la cual
dieron a la imprenta manuales como la Antología
griega, del P. Arturo Cayuela S. J. o la antología de la latinidad clásica
que, con el título Selecta ex optimis
latinitatis auctoribus, en dos volúmenes, alcanzó gran difusión, como lo
demuestra el hecho de que los volúmenes de que disponemos corresponden a la
sexta edición.
Esperamos
sumar a ellos las obras que, en el futuro, publicará Francisco Ballesta, al que
auguramos una brillante trayectoria intelectual.
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