Un
acto mucho más íntimo que los que habíamos presenciado durante los dos días de
la recreación histórica, pero no menos brillante y concurrido, puso fin a la
presencia de los Reyes en nuestra ciudad.
El
Justicia, en presencia de otros miembros del Consejo de la ciudad, puso de
relieve la importancia de la visita real, a lo que ambos soberanos respondieron
agradeciendo el recibimiento del que habían sido objeto y las muestras de cariño
recibidas en todo momento.
Se
brindó con vino de Borja y, posteriormente, de forma más distendida y actuando
ya como Alcalde, D. Eduardo Arilla hizo una valoración de la importancia de la
recreación y el apoyo dispensado por todos para que se hubiera podido desarrollar
con éxito todos los actos que se habían ido sucediendo.
Hubo
aplausos para participantes y responsables, pero de manera especial para el
Director de la recreación D. Benito de Ramón, una pieza clave para la buena
marcha del evento.
Aunque
pudiera parecer increíble aun quedaron fuerzas para el incesante redoblar de
los tambores y para interpretar nuevas danzas, cuando ya la noche hacía tiempo
que había caído sobre Borja.
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