Entre
los días 4 y 8 de julio, la Fundación Luis de Trelles ha celebrado en Zamora su vigésimo noveno Curso
de Verano, y la Ofrenda Nacional en la Tumba del Venerable Luis De Trelles, fundador
de la Adoración Nocturna Española, cuyos restos reposan en la catedral de esa
ciudad castellana.
En
esta ocasión le correspondió realizar la ofrenda al borjano D. José Mariano
Irache Cabañero, en su condición de Delegado de la Zona de Aragón de la
Adoración Nocturna, el cual fue presentado por el Presidente de la Fundación “Luis
de Trelles” D. Antonio Troncoso de Castro, Coronel Auditor del Cuerpo Jurídico
Militar (R.) y ex fiscal del Tribunal Supremo. Se da la circunstancia de que el
venerable Luis de Trelles fue también auditor militar.
En sus
palabras, cuyo texto íntegro reproducimos al final, D. Mariano Irache resaltó
que una de las primeras fundaciones del Venerable Trelles fué en Zaragoza y que
en mayo de 1879 se realizó la Primera Vigilia en la capital aragonesa. En Borja
la primera vigilia tuvo lugar en junio de 1915.
En
esta otra imagen aparece D. Mariano Irache Cabañero, ante la tumba del
venerable Luis de Trelles, tras efectuar la ofrenda floral. Estas son las
palabras que pronunció:
“Vaya mi primer saludo para el Excelentísimo
Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Zamora, que cada año nos acoge con
tanto cariño y guarda la tumba de nuestro Fundador.
Saludo
al Sr. Presidente y miembros de la Fundación Luis de Trelles, así como al Sr.
Presidente Mundial de la Federación de las Obras Eucarísticas de la Iglesia,
también al Sr. Presidente del Consejo Nacional de la Adoración Nocturna
Española y a los miembros del Consejo Nacional, y como no a los Adoradores y
Adoradoras de Jesús Sacramentado, y a los devotos del Venerable Luis de Trelles.
Doy
gracias a Dios, de tener hoy el honor de hacer la Ofrenda floral ante la tumba
del Venerable Luis deTrelles, que esperamos pronto invocarlo como Beato.
Las
grandes obras de Dios, solo las hacen los grandes hombres, que se han hecho
pequeños, y mucho más si sus obras, cuentan con el apoyo del Santísimo
Sacramento del Altar.
Hoy me encuentro realizando esta ofrenda
venido de una tierra dura, Aragón, concretamente de Borja, tierra dura pero
Noble y Leal, que supo escuchar los que D. Luis les transmitió, y la lámpara de
la Adoración Nocturna prendió.
D. Luis, cuando comenzaste a preparar e inculcar
el carisma de la Adoración Nocturna en Aragón, concretamente en Zaragoza, y que
la primera Vigilia fue el 21 de mayo de 1879, algo muy importante ocurrió,
pues luego se sumaron otros turnos y
poblaciones, seguro no esperabas lo ocurrido pasados mas de 100 años. Que la
Lámpara siguiera encendida y hoy en
Aragón se celebren muchos turnos.
Seguramente, aunque lo hiciste
inspirado por quien todo lo puede, no contabas que pasados estos años, tu Obra
persistiera, y que, a pesar de los avatares de esos tiempos, fuese una gozosa
realidad.
Y
esa obra es una realidad en mi Diócesis, donde a pesar de contar con solo 40.000
habitantes, dando gracias a Dios, todos los meses se hacen Vigilias en diez
Secciones y diez localidades diferentes, no sin dificultades, pero seguro que
no son menos que las que te encontraste cuando fundaste en España la Adoración
Nocturna; de ello damos gracias a Dios.
Cuando
hace un año, comenzamos el curso vigésimo octavo, en las faldas del Moncayo,
entre las poblaciones de Ágreda, Tarazona y Borja, no pensaba que me vería en
esta tesitura de hacer esta ofrenda floral hoy en este lugar, y mucho menos si
estaría a la altura de lo que este Acto y D. Luis se merecen.
A
mi humilde entender, pienso que este
gran hombre, lo que realizó, no lo hizo con esperanza de que se le rindieran
los homenajes que en vida evitó, sino que lo hizo guiado por Dios, para que los
Adoradores de Noche siguiéramos su ejemplo y recapacitáramos para que la
Palabra de Dios, que hemos escuchado y meditado durante la noche, la hagamos
vida en nuestras obligaciones diarias.
¡Venerable
Luis!, tenemos que celebrar que va a cumplirse el bicentenario de tu
nacimiento, que tu vida, además de ejemplar, como todos sabemos, fue reflejo de
lo que creías y lo que Jesús Sacramentado desde el Sagrario y en la Adoración
Nocturna, quería que hicieses, y ante Él lo aprendías para hacer que llegase a
todos los Adoradores.
Durante
tu vida cumpliste el mandato del Señor,” lo que hicisteis a uno de estos más
pequeños, a mí me lo hicisteis,”, estuviste con los necesitados, ayudaste a los
presos, defendiste a los pobres, amaste a tus enemigos y nos has dejado un
ejemplo vivo de perdonarlos.
Ejemplos que, por desgracia, muchas veces
olvidamos. Por ello, deberíamos leer más tus escritos, para conocerte más, y
poner en práctica tus consejos que siguen siendo actuales. Hoy vivimos en un
mundo que está construyéndose de espaldas a Dios, y así nos va.
Lo que está claro es que tenemos que
rezar más, y mejor, poniendo todo el corazón. Rezar por este Mundo y por
nosotros, para que reconozcan a Jesucristo
como Rey y Señor, como tú nos lo enseñaste.
Tenemos la obligación de comunicar a
todos, que si Dios desaparece de la vida habitual, la humanidad será un caos
agónico por falta del “Amor de los amores”, que nos sigue esperando cada noche
en el Sagrario. La clave es la oración, y la adoración en reconocerle Rey y
Señor de los Señores.
Seguro que si cumplimos con nuestra
obligación como Adoradores, como tú nos dejaste escrito, el mundo será mas
feliz y alcanzaremos la Gloria que todos deseamos y que Cristo nos ha regalado,
y actualizamos en cada Vigilia de Adoración.
¡Venerable Luis!, te pido en comunión
con todos los Adoradores del Mundo, que
ilumines a quienes llegan a las Órdenes Ministeriales, para que sean Sacerdotes
según el Corazón de Jesús.
Que
haya laicos comprometidos que sigan tu ejemplo, en la vida familiar, social,
política y apostólica.
Que
intercedas por nosotros. Ilumínanos y ayúdanos a entender nuestra labor en el
mundo. Intercede también por nuestros hermanos Adoradores enfermos, que a causa
de su enfermedad, no nos pueden acompañar en las noches de Adoración; ayúdales
a llevar su enfermedad, y hazles entender que su situación en estos momentos, es
estar completando con su cruz lo que falta a la Pasión de Cristo por la
Iglesia, y que como antes lo hacían ante el Señor, dales el consuelo y la ayuda
que necesitan en el cuerpo y en el alma.
Ayúdanos
a incrementar los lazos de unión entre la Adoración Nocturna y la Fundación que
lleva tu nombre, y que sepamos entre todos celebrar como se merece el segundo
Centenario de tu nacimiento.
Que la ayuda maternal de la Virgen, que
siempre llevaste en el corazón e invocabas en
cada Vigilia, nos consiga el milagro que necesitamos para poder venerarte
en los Altares, para Gloria de Jesús Sacramentado y ejemplo nuestro.
Recibe estas flores como ofrenda de
nuestro afecto, estima y veneración, y Aquel a quien cada día Adoramos como
nuestro Rey y Señor, siga guiando nuestros pasos como lo hizo contigo, para
gloria de Jesús Sacramentado. Amén.”
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