Los
actos de la mañana finalizaron con la comida que, presidida por la familia real
fue ofrecida a todos los participantes en la recreación, en el transcurso de la
cual se sucedieron distintas actuaciones.
En la
plaza y en los soportales se habían dispuesto mesas que fueron ocupadas por los
distintos grupos, desde los miembros de la corporación municipal hasta las
representaciones de las cofradías y todos los actores.
El
menú consistió en una ensalada y un excelente guiso de carne que había sido
elaborado en la propia plaza por el grupo de voluntarios a los que hacíamos
referencia ayer.
Los
gaiteros de Albeta interpretaron diversas composiciones al son de las cuales
bailaron los miembros de ese grupo de danzas medievales constituido este año en
nuestra ciudad.
También
intervino un grupo de malabaristas y juglares que contribuyeron a que la comida
se convirtiera un grato espectáculo con el que poder reponer las fuerzas antes
de continuar con los actos programados para la tarde, de los que informaremos
mañana, dado que por su importancia, merecen un tratamiento adecuado, al mismo
tiempo que efectuaremos un balance de lo acaecido en Borja, durante estos dos
días, y que ha dejado profunda huella en todas aquellas personas que han tenido
la oportunidad de presenciar una recreación que, una vez más, ha superado todas
las previsiones.
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