martes, 24 de julio de 2018

La Estanca de Borja ayer



         Ayer estuvimos en la Estanca de Borja que presentaba este magnífico aspecto. No era la hora más apropiada para contemplar las numerosas especies de aves que allí anidan, pero las había. Lo que no vimos fue tantos cangrejos como en ocasiones anteriores.






         El Ayuntamiento de Borja ha realizado este año algunas mejoras. Se han señalizado zonas de aparcamiento, se han colocado carteles explicativos de la riqueza natural de la zona y, entre otras cosas, se ha dotado de una valla de madera a la zona situada junto al mirador que existe al pie de la Casa.



         Quizás sería conveniente cortar el arbusto que ha crecido junto al citado mirador, cuyas raíces pueden afectar a su estructura y, en cualquier caso, dificulta la visión por uno de sus lados. Otra mejora que sería muy útil es la instalar papeleras en esa zona que es la más concurrida. Hay unos bidones contenedores junto al camino, pero nos costó encontrarlos.




         Allí depositaron nuestros ilustres visitantes los residuos arrojados por algunas personas descuidadas, que habían ido recogiendo, incluso con grave riesgo de su integridad física.




         La Casa de la Estanca es un monumento excepcional que, no en vano, es uno de los declarados “Bien de Interés Cultural” en nuestra ciudad y, por lo tanto, sorprende a quienes lo contemplan por vez primera.




         En el cobertizo anexo fotografiaron un bonito grafito, en el que está representado un carro con su tiro, lamentablemente afeado por una inoportuna cruz que, además, está dibujada incorrectamente.




         Otra sorpresa para ellos fue la de poder contemplar las nuevas plantaciones de olivares, de las que les había hablado su emprendedor propietario y que, cuando crezcan más, modificarán el entorno de la Estanca.





         Aún tuvieron ocasión de acercarse al puente de Vulcafrailes que está a la espera de una anunciada restauración que no puede demorarse mucho, dado el estado de sus muros laterales. Seguidamente, se dirigieron al Parque Natural “Dehesa del Moncayo” para visitar el Centro de Interpretación de Agramonte y el hayedo próximo.

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