Ayer
comentábamos la indebida utilización de una papelera de la calle Goya y hoy
queremos poner de manifiesto el incívico comportamiento de quienes, desde hace
tiempo, vienen abandonando bolsas con ropa y otros desechos en una ventana de
la plaza de Aguilar. Un comportamiento inexplicable pues a escasa distancia se
encuentran los contenedores para todo tipo de residuos. En la foto aparece
también un envase de refresco, pues se ha difundido la costumbre de dejarlos
abandonados en los vanos de las casas, donde permanecer mucho tiempo hasta que
algún transeúnte los arroja a la vía pública para que puedan ser recogidos por
los encargados de la limpieza urbana.
Lo de
las bolsas en esa ventana se ha convertido ya en una costumbre que ocasiona las
lógicas molestias a la sufrida propietaria de la casa, la cual se ve obligada a
retirarla cuando, como ocurrió ayer, su contenido había sido desparramado por
quienes buscaban algo aprovechable en su interior.
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