La
siguiente etapa del recorrido de Enrique Lacleta por esa hermosa zona de la
cuenca alta del Isuela, no excesivamente conocida a pesar de las bellezas que
encierra fue Trasobares.
En
este municipio destacan dos monumentos de singular interés, la iglesia
parroquial de la Asunción de la Virgen y el antiguo monasterio de religiosas
cistercienses, señoras del lugar y de Tabuenca.
La
actual iglesia parroquial fue, originariamente, la del monasterio mientras que
la torre mudéjar perteneció a la primitiva parroquia que se levantaba al lado,
apenas separada por un estrecho callejón por el que ahora se puede acceder al templo.
El
otro monumento es el monasterio, en el que sobresale su monumental portada,
cuya belleza quedaría más patente sin el mobiliario adosado a ella, los cables
que la cruzan y otros elementos que sobresalen en la fachada contigua.
Está
rematada por este escudo con las armas de Aragón que, como hemos comentado en
otras ocasiones, fue adoptado como emblema heráldico por el propio municipio,
un caso singular aunque no cuenta con aprobación oficial de los organismos
competentes, por el momento.
Enrique fotografió también las armas de las abadesas
que intervinieron en su construcción y que figuran en esa monumental portada,
en cuyo friso corre una inscripción referida a su origen.
Por un
pasadizo en ángulo se accede al recinto del antiguo monasterio que desapareció
tras la Desamortización, pero del que se conserva el edificio principal que en
la próxima noche de Ánimas se transformará en “pasaje del terror”, como nos
comentó una de sus propietarias durante nuestra estancia allí el pasado verano.
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