Durante
nuestra estancia en Priego de Córdoba y en la propia capital tuvimos la ocasión
de detenernos ante algunos recuerdos de nuestra tierra, entre ellos el grupo
escultórico que se encuentra ubicado en la hermosa plaza de Colombia de esa localidad
y que es una réplica del original que se conserva en el Museo del Prado de
Madrid.
En la
actualidad se encuentra en el vestíbulo que da acceso a la ampliación del museo
madrileño, como puede apreciarse en esta fotografía de Guadalupe Ferrández y
está considerada como una obra cumbre de la escultura española del siglo XIX.
El motivo
de que en Priego figure una copia de la misma es debido a que el autor de tan
importante obra fue José Álvarez Cubero (1768-1827), nacido en esa localidad.
Fue un destacado escultor que se formó en Roma, donde en 1818, modeló en yeso
esa composición que representaba a Néstor caído, defendido por su hijo
Antíloco, durante la guerra de Troya. Inmediatamente se interesaron por la obra,
subyugados por su belleza, numerosas personalidades pero Álvarez Cubero la
ofreció a Fernando VII que financió su realización en mármol de Carrara,
quedando ultimada en 1824. A su llegada a España el monarca decidió incorporarla
a las colecciones del Real Museo de Pinturas, el actual Museo del Prado. De la
importancia que se le concedió, constituye una muestra el que en 1834 fuera
tasada en 260.000 reales, la cifra más alta de todas las obras que integraban
la colección real. El nombre de “La heroica defensa de Zaragoza” se le adjudicó
con el propósito de exaltar la gesta de la capital aragonesa, asociándola a la
antigüedad clásica. Fue, por lo tanto, un cambio oportunista similar a lo que
ocurrió con una emblemática obra pictórica contemporánea.
Ya en
Córdoba nos detuvimos ante el rótulo de la calle “Medina y Corella”, situada
junto a la mezquita catedral (de hecho la dirección de la catedral es el nº 1
de esa calle), dedicada a D. José de Ayuda Medina y Corella, nacido en
Fuendejalón el 26 de septiembre de 1726. Fue canónigo de la catedral cordobesa
y con la fortuna que llegó a reunir fue constituido, tras su fallecimiento, un
Monte de Piedad que, en 1878, pasó a llamarse Caja de Ahorros y Monte de Piedad
de Córdoba y después CajaSur, de cuyas vicisitudes y de la biografía de este
personaje de Fuendejalón ya nos ocupamos en un artículo publicado en 2013, al
que remitimos a los interesados.
Está
enterrado en la capilla de la Concepción de Salizanes fundada por su tío y
protector fray Alonso de Medina y Salizanes ofm. Otro recuerdo aragonés lo
constituye esta hornacina con la imagen de la Virgen del Pilar que se encuentra
en la fachada de la mezquita que da al Guadalquivir.
En
estos momentos, en el interior de la catedral está instalada una exposición,
inaugurada el pasado 4 de octubre, con el título “Amor a lo visible. Tras la
huella de la Compañía de Jesús en Córdoba”, en la que se mostraban dos piezas
representando a San Francisco de Borja: una escultura en la que el Santo
contempla el cráneo con el que se le representa en la iconografía tradicional y
un lienzo, procedente de la comunidad de jesuitas de Sevilla, con un rosario en
las manos y esa facies ascética tan alejada de la corpulencia que le
caracterizaba en la etapa anterior a su ingreso en la Compañía de Jesús.
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