Nos
toca hoy hablar sobre el Patrimonio de Bulbuente que, en el transcurso de los
últimos años ha experimentado una profunda transformación, en la mayor parte de
los casos muy positiva.
El monumento
más importante es la torre o castillo medieval, declarada Bien de Interés
Cultural, con carácter específico, por la Orden de 17 de abril de 2006, del
Gobierno de Aragón, aunque ya lo era antes con carácter genérico.
Estas
son las imágenes de su estado hace no demasiado tiempo, cuando su situación era
de ruina avanzada y los desprendimientos se producían con cierta frecuencia.
El
cambio experimentado ha sido espectacular y, en la actualidad, es el eje
vertebrador de uno de los principales espacios públicos del municipio y
elemento de referencia del mismo.
Algo
parecido ha sucedido con el contiguo palacio de los abades de Veruela que no
goza de declaración, aunque en el interior del mismo se han producido hallazgos
espectaculares. La labor realizada por su actual propietario es digna de todo
elogio, dado que ha permitido salvarlo cuando estaba punto de perderse
definitivamente. Todo ello ha sido realizado sin ayudas oficiales, aunque con
un minucioso proceso previo de investigación y, dentro de muy poco, entrará en
funcionamiento como establecimiento hotelero, contribuyendo de manera decisiva
a la dinamización de la zona.
En la
misma zona se encuentra la Casa Consistorial de la que ofrecemos imágenes del
antes y el después de su restauración por el Ayuntamiento, con detalles
recuperados como el reloj de sol de su fachada lateral. De esta actuación, lo
único que criticamos en su momento fue la solución adoptada para el campanil.
Otro monumento
de interés es la iglesia parroquial de Santa María que no goza de ningún tipo
de declaración, pero que ha sido objeto de importantes obras exteriores e
interiores que le han devuelto su antiguo esplendor.
Especialmente
llamativo ha sido el resultado de la intervención en su torre, de la que mostramos su
estado, antes y después de las obras de restauración.
En el
interior, la modificación más significativa ha sido la instalación del retablo
mayor, procedente de la ermita de San Bartolomé, lo que ha dado lugar a un
hecho singular como lo constituye el que, a pesar de que el templo está
dedicado a la Virgen, el puesto más relevante del retablo lo ocupa el Patrón de
la localidad, quedando la imagen de la Virgen en el ático.
Al
lado mismo de la iglesia parroquial fue edificada la ermita de San Bartolomé,
respondiendo a un empeño de los habitantes de Bulbuente que llegaron a
enfrentarse al abad de Veruela, señor del lugar, el cual se oponía a su
construcción. Tenemos imágenes de cuando ya se encontraba en desuso, aunque el
retablo, que después fue trasladado a la parroquia, aún se encontraba en su
interior.
La ermita
fue rehabilitada por el Ayuntamiento y el edificio se salvó, aunque con algunas
modificaciones en su aspecto exterior (en concreto el campanil), para ser
adaptada como “Centro de Día”.
Ello
supuso la división de la nave en dos plantas, dedicando la inferior a cafetería
y la superior a gimnasio y sala de reuniones.
Otra
actuación que queremos destacar es la urbanización del entorno de la Fuente de
los Veinte Caños, otro elemento representativo del municipio, hasta el punto de
haber sido incorporada a la heráldica municipal.
En
este recorrido por el patrimonio arquitectónico de la zona no hacemos mención a
muchos de los edificios de interés que son de propiedad privada. En el caso de
Bulbuente ya hemos citado el palacio de los abades de Veruela que lo es, pero
también queremos mencionar este otro, por tratarse de uno de los escasos
ejemplos de arquitectura modernista existente en nuestra comarca y ser
sumamente visible por encontrarse junto a la N-122. Es una lástima que sus
elementos decorativos vayan perdiéndose poco a poco.
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